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Las Bolsas ponen fin a tres años seguidos de pérdidas

Un 27,49%. A falta de dos sesiones para finalizar el ejercicio, ésta es la revalorización anual que registra el principal índice de la Bolsa española. Se han necesitado tres años consecutivos de caídas para volver a ver al Ibex en números negros. No ha sido el único. La práctica totalidad de las plazas bursátiles mundiales finalizarán 2003 con ascensos, en la mayoría de los casos superiores al 15%. Se pone fin así 'a la peor crisis bursátil de los últimos 55 años', como sostienen desde Urquijo Bolsa.

Como muchos vaticinaban, finalmente 2003 se ha convertido en el año de la recuperación. Bien es cierto que la situación no pintaba muy optimista. Las incertidumbres geopolíticas que se cernían sobre las economías mundiales y, por ende, sobre los mercados de valores, heredadas de años anteriores, fueron el principal freno para las subidas en los primeros meses del año.

Sin embargo, el estallido de la guerra en Irak marcó el punto de inflexión para las Bolsas. Tras marcar mínimos a mediados de marzo -el Ibex descendió hasta los 5.452,40 puntos el 12 de marzo- los principales índices bursátiles comenzaron a ganar posiciones.

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El año fue muy activo en operaciones corporativas. El volumen de opas alcanzó los 4.183 millones, cinco veces más que en 2002

El estallido de la guerra de Irak supuso el punto de inflexión en los mercados de valores

Pero además de éste, otros aspectos han marcado la evolución de los mercados financieros. El debate sobre el posible deslizamiento de la economía de EE UU hacia la deflación, la posterior mejora del pulso económico en ese país y luego en el resto, los extraordinarios estímulos de política monetaria y fiscal proporcionados a nivel global, el boom de China, los esfuerzos para ajustar sus costes y los avatares de los países europeos en sus reformas estructurales y en el desarrollo de la Unión han constituido los temas de atención más importantes en los mercados, según Arlo Carrió, director de inversiones de Sabadell Banca Privada.

Todas estas incertidumbres en la primera mitad del año provocaron que los bancos centrales, de EE UU y Europa, en un intento de reactivar las debilitadas economías, bajaran el precio del dinero en el mes de junio hasta el 1% -el nivel más bajo de los últimos 45 años- en el caso de la Reserva Federal, y hasta el 2% el BCE.

La primera parte de 2003, además, estuvo caracterizada por la huida de los inversores de la renta variable hacia activos que consideraban más seguros. La renta fija y el oro han sido algunos de los más favorecidos. En el caso español, además, hay que añadir los activos inmobiliarios que han multiplicado su precio hasta niveles que han hecho sembrar la alarma.

Pero si ha habido un activo refugio que se ha beneficiado en los últimos años, y también en los primeros meses de 2003, de la caída de los mercados éste ha sido la renta fija. 'Con motivo de la guerra de Irak era previsible que los bonos gubernamentales tuvieran un aumento de precios que se mueven de forma inversa a la rentabilidad para luego bajar, como así ocurrió', explicaba Miguel Ángel García, director de inversiones de DB Private Wealth Management. El bono a 10 años en EE UU llegó a ofrecer un interés del 3,11% en junio aunque, poco a poco, ha aumentado su rentabilidad -al tiempo que ha caído su precio- en diciembre hasta en niveles del 4,1%.

El petróleo, otro de los activos más sensibles a la inestabilidad, ha sufrido también las incertidumbres. A medida que aumentaban los temores de que el conflicto bélico se materializara, el oro negro escalaba posiciones hasta cambiarse el barril de brent por 34,10 Pasa a la página siguiente

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dólares el pasado 7 de marzo. Pocas semanas después y cuando la guerra ya era una realidad, su precio descendía hasta el entorno de los 25 dólares. No obstante, el recorte de la producción por parte de la OPEP, así como el mayor retraso en recuperar la producción en los pozos iraquíes ha motivado que, en contra de todas las previsiones, el petróleo haya seguido escalando posiciones. Ayer, y tras tres sesiones de caídas, estaba en el entorno de los 29 dólares.

Otros activos también se han beneficiado. Uno de ellos ha sido el oro, que, al contrario del resto comenzó sus escalada una vez que se puso fin al enfrentamiento bélico. No en vano, el metal precioso se encuentra en los niveles máximos desde 1996, al cambiarse la onza por 412,25 dólares. Detrás de este comportamiento, sin embargo, se esconde la depreciación sucesiva que ha sufrido el dólar frente al resto de divisas desde septiembre y que le ha llevado a cambiarse a 1,24 euros. Esta evolución no es más que la respuesta de los mercados ante el creciente déficit por cuenta corriente de la economía de EE UU. Todo indica, según los expertos, que esta depreciación lejos de corregirse continuará en 2004.

Y es que, en contra de lo que cabría pensar, pocos de los frentes que han ensombrecido la marcha de los mercados están cerrados. Al menos así lo estiman los expertos de Sabadell Banca Privada. 'Podríamos decir que el guión de la película de 2003 todavía no tiene escrito su final', afirman.

Lo que sí está escrito, sin embargo, es que los signos de recuperación cada vez se han hecho más evidentes. Basta echar un vistazo al crecimiento del PIB experimentado por EE UU en el tercer trimestre, de un 8,2%. En Europa, aunque con más lentitud también han comenzado los signos de mejora pese a que en el primer trimestre ha tenido que sortear la recesión sufrida por Alemania, Italia y Holanda y la crisis de Francia.

Pero no sólo la recuperación del entorno macroeconómico, con la amenaza de la deflación en EE UU desaparecida, ha posibilitado la vuelta de los mercados a los números negros. Las casas de análisis sostienen que la mejora de los beneficios empresariales, motivada por el fuerte ajuste de costes acometido por las compañías a ambos lados del Atlántico, han dibujado un panorama más optimista para los inversores. 'Desde los niveles de extremo pesimismo que hicieron marcar mínimos en marzo pasado, el mercado ha entrado en un proceso de paulatina normalización a nivel de beneficios empresariales, valoraciones bursátiles y prima de riesgo', señalaban en Urquijo Bolsa.

En líneas generales y dado el cambio de ciclo que se ha producido a lo largo del año, los valores cíclicos han sido los más favorecidos por las revalorizaciones. 'También se ha comportado muy bien el sector tecnológico, con un incremento del 27,78%, el de construcción y el de autos, con un 22,5% y un 22%, respectivamente', sostienen en DB Private Wealth Management.

El Ibex 35, entre los mejores

Dentro de los mercados de renta variable, la Bolsa española es uno de los que mejor comportamiento ha desarrollado en 2003. La subida del Ibex 35 (un 27,49%) tan sólo es superada entre las grandes plazas europeas por la del índice Dax de la Bolsa alemana. Por su parte, el Índice General de la Bolsa de Madrid (IGBM) acumula una revalorización del 26,88%.

Después de tres años consecutivos de caídas, en los que encadenó descensos del 21,75% de 2000, el 7,82% de 2001 y el 28,11% de 2002, el Ibex 35 parece que deja atrás el periodo más negro de su historia. El selectivo encara la recta final del ejercicio con tan sólo una empresa en pérdidas, Inditex. La acción del grupo textil, dueña de Zara entre otras marcas, ha pagado con una caída del 30% su menor previsión de beneficios para el próximo año. Además de Inditex, dentro del IGBM sólo están en terreno negativo Jazztel, que pierde un 32%, y La Seda, que cede un 6,37%.

El buen año bursátil ha sido generalizado en los diferentes sectores. Del conjunto de 23 agrupaciones en que se aglutinan las compañías cotizadas, 22 de ellas cierran el año en positivo. Sólo el sector textil, vestido y calzado arroja pérdidas.

En la recuperación del mercado español ha tenido mucho que ver la mejoría de los resultados de las compañías cotizadas, un 200%, tras los fuertes saneamientos acometidos en 2002 para cubrir la depreciación de inversiones efectuadas en los últimos años. Al calor de la mejora de los resultados empresariales, 2003 ha sido también un año histórico en el pago de dividendos. A 30 de noviembre las sociedades cotizadas habían retribuido a sus accionistas con rentas brutas por valor de 11.710 millones de euros, un 34,70% más que el importe abonado en 2002. Este volumen representa un récord histórico en el mercado de valores.

Aparte de la mejoría de los resultados, otros catalizadores de la Bolsa españolas han sido la menor exposición de las empresas a la debilidad del dólar y la mejora de las economías latinoamericanas. Aunque se mantienen algunas incertidumbres en esta región como el marco tarifario, la llegada al poder de Néstor Kirchner en Argentina y de Lula en Brasil ha conseguido estabilizar las divisas y encauzar la senda de la recuperación económica. Además, Argentina ha conseguido llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el pago de su abultada deuda externa. El ejercicio bursátil de 2003, coincidiendo con la modificación de la legislación relativa a las ofertas públicas de adquisición (opa), ha sido especialmente activo en operaciones de concentración empresarial y adquisiciones. El volumen de opas ha alcanzado los 4.183 millones de euros hasta noviembre, según datos del informe de mercado elaborado por Bolsas y Mercados Españoles (BME), cinco veces más que en todo el año 2002. De las 12 opas que se presentaron en el periodo enero-noviembre de 2003, tan sólo se frustraron las presentadas por Quarta y Astrim sobre Metrovacesa y la de Gas Natural sobre Iberdrola. Esta última fue vetada por la Comisión Nacional de la Energía. El año también se salda con varias fusiones como la de Sacyr y Vallehermoso, y la de ACS y Dragados.

Precisamente dos compañías que han protagonizado operaciones corporativas en 2002, Sogecable y Parque Reunidos, son las que mayores revalorizaciones acumulan en Bolsa. La plataforma de televisión sube un 224% tras su integración con Vía Digital. Por su parte, las acciones de Parques Reunidos se apuntan un alza del 165% al calor de la opa lanzada por Advent. Entre las compañías que más han subido también se encuentran dos tecnológicas, Avánzit y Amper, muy castigadas en los ejercicios anteriores.

Asimismo, las compañías españolas cotizadas se han mostrados más activas que en el ejercicio precedente en su apelación al mercado a través de ampliaciones de capital. El volumen efectivo supera los 5.000 millones con un crecimiento del 38% respecto a 2002.

A pesar de que las empresas han utilizado más al mercado para financiarse, la asignatura pendiente de la Bolsa española ha sido un año más la escasez de caras nuevas. Hasta noviembre se admitieron 171 nuevas sociedades, pero casi todas han sido sociedades de inversión mobiliaria de capital variable (Simcav). Tan sólo ha habido un estreno en el parqué, la salida a Bolsa de Antena 3 Televisión, pero éste no se realizó mediante una oferta pública de venta (OPV), sino que para la colocación se utilizó el sistema de listing.

Otra de las características del año ha sido la reducción de la volatilidad. 'Al cierre de noviembre la volatilidad de los 12 meses anteriores ya se había reducido casi 12 puntos con respecto a la de noviembre de 2002', según reza el informe de BME.

Por su parte, el volumen efectivo de contratación a través del Sistema de Interconexión Bursátil Español (SIBE) volverá en 2003 a los registros récord marcados en 2000, y se situará en torno a los 490.000 millones de euros. Hasta noviembre, la contratación anual ya superaba en un 1,4% a la de todo 2002.

Un año de agudos contrastes en Wall Street

'Un periodo de agudos contrastes'. Así define Abby Joseph Cohen, el analista estrella de Goldman Sachs, el año bursátil en Wall Street.Después de tres ejercicios de caídas, el panorama a comienzos de 2003 hacía presagiar otro año más de pérdidas. La incertidumbre geopolítica en torno a Irak y el temor a la deflación llevaron a la Bolsa estadounidense a marcar el 11 de marzo (nueve días antes del inicio de la guerra) mínimos próximos a los registrados en las jornadas posteriores al 11-S.La rápida caída del régimen iraquí y, sobre todo, la mejora de la situación económica viraron por completo la situación. Los estímulos fiscales y monetarios (la Reserva Federal rebajó los tipos hasta el 1% en junio) dieron sus frutos y el PIB pasó de crecer un 1,4% en el primer trimestre a hacerlo al 8,2% de junio a septiembre, el mayor avance trimestral desde 1988.Todo ello se tradujo en una reducción de la prima de riesgo de la renta variable y en un fuerte rally alcista desde mínimos, superior al 35%. Así, los principales indicadores bursátiles estadounidense encaran las últimas sesiones del año en zona de máximos. Desde enero el Dow Jones sube un 23,7%, el S&P 500 un 24,5% y el Nasdaq un 47,74%.Al calor del mayor vigor económico, y tras los ajustes realizados en 2002, los resultados empresariales también han dado signos de mejora. En el tercer trimestre el beneficio operativo conjunto de las compañías del S&P 500 creció un 21% con respecto al registrado en el mismo periodo del año anterior. La debilidad del dólar también ha jugado un papel importante en la recuperación de las ganancias de muchas compañías exportadoras.Desde un punto de vista sectorial, Software e Internet, minería y metales, construcción y semiconductores han sido los grupos que mejor comportamiento han tenido. En cuanto a los valores, dentro del Dow Jones Intel, Caterpillar y Alcoa encabezan las ganancias, mientras que Kodak, AT&T y Merck son los que más han caído en Bolsa.

Alemania encabeza las subidas en Europa

Como casi siempre, los mercados europeos han ido a rebufo de EE UU en 2003, al marcar mínimos el 12 de marzo para luego iniciar una vigorosa fase alcista que se prolonga hasta la actualidad.La Bolsa alemana es, con diferencia, la que más sube de todo el continente, un 35%. Los inversores, atraídos por las bajas valoraciones de muchas compañías después de tres años de pérdidas, han pasado por alto la recesión técnica que registró la economía de este país en el segundo trimestre, su creciente déficit presupuestario y la fortaleza del euro, que daña las exportaciones alemanas. Algunos indicadores adelantados como el sondeo IFO empiezan a atisbar el inicio de la recuperación económica, lo que ha alentado nuevas subidas en la parte final del ejercicio.Por sectores, bienes industriales, bancos, tecnología, consumo cíclico y telecomunicaciones han sido los de mejor comportamiento en Europa. Las telecos han entrado de nuevo en números negros, tras reducir significativamente sus abultados niveles de deuda y sanear la depreciación de muchas de sus inversiones. Además, algunas de ellas, como Telefónica, han recuperado el pago de dividendos y otras han aumentado la retribución a sus accionistas.Los dos únicos sectores que acumulan pérdidas en Europa a falta de dos sesiones para que finalice el año son aquellos cuya exposición al ciclo económico es escasa: bienes no cíclicos y alimentación y bebidas.A pesar del buen comportamiento de las Bolsas, el ejercicio se despide en Europa con un nuevo fraude que puede minar la confianza de los inversores.Si a principios de año fue la cadena de supermercados holandesa Ahold quien reconoció que había inflado sus resultados, ahora es Parmalat la encargada de resucitar los viejos fantasmas de los escándalos financieros. Y es que la compañía italiana tenía deudas millonarias fuera de balance que pasaron inadvertidas para sus auditores y para las agencias de calificación.

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