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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El año en que la crisis quedó atrás

El curso bursátil 2003 está próximo a terminar con unas ganancias acumuladas próximas al 30%, muy por encima de los pronósticos más optimistas de principios de año. Se trata del primer ejercicio que se cierra en positivo desde el estallido de la burbuja en la primavera de 2000. En estos tres años, el mercado ha sufrido una fuerte depuración que se llevó por delante a empresas poco sólidas y causó graves pérdidas a pequeños y grandes inversores. En este periodo se vivió también un enfriamiento de la economía global que en ciertos momentos llegó a ser recesión en potencias como EE UU, Alemania y Francia. La incertidumbre geopolítica generada por el 11 de septiembre de 2001 no ayudó a crear un buen clima para la inversión.

Esta fase de corrección y temores parece haber tocado a su fin. El año 2003 empezó en un clima de gran inquietud, dada la fragilidad de las grandes economías y los preparativos de la invasión de Irak, y termina con euforia, con la economía global acelerándose y los índices bursátiles encadenando máximos anuales en un inesperado rally de fin de año.

Nada garantiza que la Bolsa haya entrado en una fase alcista duradera, pero está claro que se cierra una etapa. Las empresas han saneado sus balances, ayudadas por una política monetaria de tipos bajos, pero sobre todo por el prolongado ajuste de costes, que a menudo incluyó la venta de activos. Las previsiones poco realistas hechas en los años de la euforia ya han pasado factura y, aunque en algunos sectores persiste algún exceso de capacidad productiva, las compañías encaran el futuro con menos cargas.

La economía no se ha librado del todo del peso de las incertidumbres políticas. El mundo no es ahora más seguro que antes de la llamada guerra contra el terrorismo, pero el mercado no quiere dejarse llevar por elementos imprevisibles e incontrolables y prefiere fijarse en los esperanzadores datos macroeconómicos y en la buena salud de las empresas. Un ánimo positivo que hace esperar a la mayoría de expertos un 2004 también alcista que deje la crisis definitivamente atrás.

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