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Joint-venture

Arcelor se alía con Nippon y Bao para invertir 645 millones en China

Apuesta por el sector de automoción Arcelor da un salto cualitativo en su internacionalización. El líder mundial en siderurgia se ha aliado con la multinacional japonesa Nippon y la china Bao para invertir 645 millones en la construcción de una fábrica de productos planos de acero en Shanghai (China), con una capacidad de 1,7 millones de toneladas anuales. El objetivo es el incipiente mercado de automoción del país asiático.

El grupo Arcelor no quiere perder el rebufo de los fabricantes de vehículos y pretende mantener su posición actual, que le sitúa en el primer lugar entre los productores mundiales de acero para aplicaciones en automóvil. Así se entiende la operación anunciada ayer, que supone instalarse en China, de la mano del fabricante local Bao y la japonesa Nippon, con la que el fabricante europeo ya mantenía una alianza estratégica global. Guy Dollé, primer ejecutivo de Arcelor, aseguró, después de conocerse el acuerdo, que 'es una acción estratégica para acompañar a nuestros clientes globales del sector del automóvil, y para aprovechar las enormes oportunidades que ofrece el mercado chino'.

En la nueva sociedad, constituida como una joint venture, Arcelor contará con el 12% del capital social, Nippon Steel tendrá el 38% y Bao Steel será propietaria del 50% restante. La planta, según el pacto alcanzado, estará operativa en el segundo semestre de 2005. Su puesta en marcha supondrá una inversión superior a 800 millones de dólares (645 millones de euros).

La nueva fábrica se ubicará junto a las instalaciones de cabecera de Bao, y se dedicará a la realización de procesos de laminación en frío y galvanizado. Las dos líneas de galvanizado tendrán una capacidad conjunta de 800.000 toneladas.

La compañía, según fuentes de Arcelor, combinará los suministros garantizados de productos intermedios con la tecnología punta en materia de productos de acero, que será aportada por Nippon Steel y Arcelor. Esta estrategia permitirá ofrecer a sus clientes, los fabricantes de automóviles que desarrollan sus actividades en China, una serie de ventajas tecnológicas que representarán un salto cualitativo. Las actividades conjuntas en el área de investigación y desarrollo (I+D) y la explotación mutua de los derechos de patente son algunas de las herramientas clave de las que dispone esta alianza entre las tres siderúrgicas.

Ampliar la colaboración

La cooperación entre Arcelor y Bao Steel no es nueva. La alianza se inició con una joint venture entre la firma china y Usinor, hoy integrada en Arcelor, con el fin de dedicarse a la producción de acero para envases y embalajes. Este mismo acuerdo de colaboración se amplió mediante la creación de una nueva joint venture con Bao para la fabricación de formatos soldados en Shanghai, una de las zonas más pujantes, a escala industrial, del país asiático.

El grupo Arcelor vende anualmente nueve millones de toneladas de productos planos de acero para aplicaciones del automóvil, lo que le convierte en el líder mundial. Con el objetivo de acompañar a sus clientes en este sector, la compañía con sede en Luxemburgo ha establecido una serie de asociaciones estratégicas, joint ventures y acuerdos de explotación de patentes que han consolidado su posición como primer suministrador mundial. Esta política de empresa le ha permitido apoyar a los fabricantes de automóviles con plantas en Norteamérica, Latinoamérica y Asia.

Con una plantilla superior a los 100.000 personas repartidas por 60 países, Arcelor facturó 26.600 millones de euros en el pasado ejercicio, con una producción total de 44 millones de toneladas de acero. Sus intereses en España, a través de la marca Aceralia, se concentran en las comunidades autónomas del País Vasco, Asturias, Madrid, Navarra y Aragón.

Mercedes-Benz, la última en reforzarse

Entre las grandes marcas de automoción, Daimlerchrysler ha sido la última multinacional, hasta el momento, que ha reforzado su estructura industrial en China con la construcción de una fábrica de vehículos de su filial Mercedes-Benz. El centro, que se ubicará en la provincia de Fujian, producirá 40.000 unidades de los modelos Sprinter, Vito y Viano. Los dos últimos se fabricaban en exclusiva para todo el mundo en las instalaciones de Mercedes-Benz en Vitoria. La planta china de la marca de la estrella, que requerirá unas inversiones de 200 millones, entrará en actividad en 2005. China apostó a partir de 1994 por apoyar la inversión extranjera en automoción, y ahora cuenta con un centenar de fábricas. El país tiene una capacidad anual de producción de 2,4 millones de unidades, principalmente de camiones (un millón de vehículos) y automóviles (800.000 unidades), mientras que el resto son autobuses, por las necesidades del transporte de personas en un país inmenso y con un nivel adquisitivo tan bajo entre la población que la mayoría no puede comprarse un coche. Esta industria emplea casi a dos millones de personas.

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