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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Buenos augurios para Europa

La confianza de las empresas alemanas aumentó en diciembre al nivel más alto en casi tres años y las expectativas a futuro registraron la mejor lectura desde 1994. Los empresarios, convencidos de que la economía repuntará en 2004, están desempolvando proyectos de inversión, aumentando pedidos y elevando los niveles de producción. Y ésta es la mejor noticia que puede llegar desde un país que representa casi un tercio del PIB de la zona euro.

La confianza a futuro de los empresarios alemanes ya repuntó con fuerza a principios de 2002 sin que esto se viese acompañado por una mejora de los indicadores económicos. Pero ahora las mejores expectativas futuras se están viendo acompañadas de un aumento del optimismo ante la situación económica actual, con lo cual es muy posible que este repunte en la confianza tenga mucho más fundamento que el de entonces.

Las buenas noticias de Alemania se vieron acompañadas de un aumento en las previsiones de crecimiento para Francia el año próximo y un repunte en la confianza de los consumidores italianos. De manera que las mayores economías de la zona euro parecen estar dejando atrás el bache, a pesar de la fuerte apreciación registrada en el euro en los últimos meses. El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, se mostró ayer mismo convencido de que el repunte de la divisa europea dificultará la reactivación económica. Pero la mejora de la producción industrial en Francia durante el mes de octubre se debió, en buena parte, al aumento de las exportaciones.

La fortaleza del euro frente al dólar puede dañar las ventas hacia EE UU, que tradicionalmente absorbe una quinta parte de las exportaciones europeas. Pero no se debe olvidar que EE UU seguramente crecerá a un ritmo del 4,4% el año próximo, con lo cual estará en condiciones de absorber un mayor volumen de importaciones. De ahí que los responsables del BCE (desde el economista jefe, Otmar Issing, al propio presidente, Jean-Claude Trichet) estén mucho menos preocupados por este tema que Prodi.

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