El escándalo de los contratos con el Pentágono arrastra a la dimisión al presidente de Boeing
El presidente de Boeing, Phil Condit, ha dimitido de su cargo al frente de la constructora estadounidense una semana después del escándalo que motivó el despido del vicepresidente ejecutivo, Mike Sears, por violar el código deontológico de la compañía. El consejo de administración de Boeing ha anunciado hoy la aceptación de la renuncia de Condit y nombró con efectos inmediatos a Lewis E. Platt como presidente no ejecutivo y a Harry C. Stonecipher como nuevo presidente y consejero delegado de la constructora.
El consejo de administración argumenta que Boeing "necesita una nueva estructura de liderazgo". "El consejo aprecia la dignidad de Phil [Condit] a la hora de reconocer que su dimisión es buena para la empresa", señala Platt en un comunicado. "Aceptamos esta decisión con tristeza pero también admitiendo que se necesita hacer cambios", añade.
Esta dimisión tiene lugar una semana después del despido del vicepresidente ejecutivo, Mike Sears, y de la vicepresidenta y directora general de la división de Sistemas de Defensa de Boeing, Darleen Druyun, ex funcionaria del Pentágono. El despido de ambos estuvo motivado por "violación del reglamento deontológico de la empresa" cometida por Sears al informar a Druyun sobre su futura contratación mientras negociaba con la todavía funcionaria del Pentágono un contrato por más de 27.000 millones de dólares.
Phil Condit, de 62 años, ocupaba la presidencia de Boeing desde 1992, cargo al que sumó el de consejero delegado en 1996. Ha ocupado más de 20 cargos en el grupo aeronáutico en los últimos 35 años hasta su acceso a lo más alto del escalafón. Bajo su mandato, Boeing se ha transformado en una compañía de carácter global gracias a operaciones empresariales tales como la adquisición de Rockwell Aerospace y Hughes Space & Communications o la fusión con McDonnell Douglas.
Sin embargo, Condit se marcha dejando a su rival europeo Airbus al frente de la industria de aviación civil tanto en número de entregas de aviones, (300 de Airbus frente a 280 de Boeing previstos para 2003) como en número de pedidos (248 de la constructora europea frente a 175 de la estadounidense hasta el día de hoy). Hoy mismo, la nueva aerolínea de bajo coste de la australiana Qantas, Jetstar, anunciaba un pedido por 23 Airbus A-320, desechando la propuesta de los B-737 de Boeing.
No obstante, la constructora estadounidense ha centrado sus esfuerzos en la industria militar, con la que ha podido compensar la fuerte crisis que viene sufriendo su división de aviación civil desde antes de los atentados del 11 de septiembre.
El desde hoy nuevo presidente y consejero delegado de Boeing se llama Harry C. Stonecipher, tiene 67 años y ocupaba el puesto de vicepresidente de la constructora desde 2001. Posee una experiencia de más de 47 años en el sector aeronáutico desde que iniciara su vida laboral como técnico de laboratorio en General Motors. En 1960 empezó a trabajar en la división de ingeniería aérea de General Electric, división que acabó dirigiendo entre 1984 y 1987. Stonecipher abandonó General Electric para ocupar el cargo de presidente y consejero delegado de Sundstrand, los mismos cargos que ostentó desde 1994 en McDonnell Douglas hasta la fusión de la compañía con Boeing, en 1997.
Por su parte el nuevo presidente no ejecutivo, Lew Platt, de 62 años, dirigió varias divisiones de Hewlett-Packard, compañía en la que, desde 1987, ocupó los cargos de vicepresidente para posteriormente compatibilizar los de presidente y consejero delegado. Asimismo, entre 2000 y 2001 se hizo cargo de la presidencia y consejería delegada de Kendall-Jackson Wine Estates.