Dimite el presidente de Skandia por un escándalo que salpica a la junta directiva
La junta directiva de la aseguradora Skandia ha convocado para enero de 2004 una asamblea extraordinaria de accionistas, tras la dimisión de su presidente, Bengt Braun.
La compañía ha comunicado que estudia emprender acciones legales contra él y otros directivos supuestamente responsables de la crisis que atraviesa. Por lo pronto, deberá abonar 2,3 millones de dólares a Braun, por abandonar el cargo antes de que expire su mandato, aunque ya ha designado sustituto interino: por Bjoern Bjoernsson, considerado el menos comprometido de los integrantes de la junta directiva, de la que forma parte desde abril.
Con la convocatoria de una asamblea extraordinaria y la designación de una nueva junta directiva resulta cada vez más difícil que Hans-Erik Andersson, presidente ejecutivo designado por la anterior junta directiva, pueda acceder al cargo el 1 de enero.
La dimisión de Braun se produce tras el aluvión de críticas a su actuación en la junta directiva y a su gestión expuesta en un informe interno, realizado por el asesor legal Otto Rydbeck y el auditor de la empresa, Goeran Tidstroem. æpermil;ste constató que "algunas personas en anteriores directivas han violado las reglas, ignorado las decisiones de la junta directiva y engañado a sus superiores". Añaden que altos directivos de Skandia "han realizado actos inapropiados, no éticos y en algunos casos probablemente ilegales".
Los expertos subrayan que los ejecutivos de Skandia "han actuado infringiendo la moral y la decencia que constituyen la base de un buen ejercicio de la gestión empresarial". Recomiendan que la compañía exija una indemnización a Lars-Eric Petersson, ex-presidente ejecutivo hasta 2003, Ulf Spaang, ex-vicepresidente ejecutivo y director financiero y a Ola Ramstedt, ex-vicepresidente ejecutivo.