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Crisis

El último Disney abandona la compañía y pide la dimisión del actual presidente

Roy Disney, sobrino del mago de los dibujos animados y mentor de la segunda edad de oro de la compañía, deja la empresa. Oficialmente, se trata de una jubilación: nadie mayor de 72 años puede ocupar puestos de responsabilidad en Walt Disney Company. Pero el último de los Disney presente en el cuadro directivo no se va sin hacer ruido. En medio una crisis de alcance todavía incierto, ha dedicado una seria advertencia al presidente de la compañía, Michael Eisner: ¢Es mi sincera opinión que debería ser usted quien abandonara y no yo¢.

La frase, contenida en su carta de dimisión y recogida por el diario The Wall Street Journal, ha causado un auténtico terremoto no sólo en la empresa, sino en la industria del cine en general. Cuando Roy Disney llegó al consejo de dirección en 1984 fue el impulsor de la recuperación de la empresa, materializada en una abultada cuenta de resultados basada, sobre todo, en los fenomenales éxitos de sus producciones a principios de los años 90: La bella y la bestia, en 1991, fue nominada al Oscar a la mejor película, algo nunca visto para un largometraje de dibujos animado, y se convirtió en uno de los mayores éxitos de taquilla de la historia; dos años después El rey león le arrebató el puesto.

Pero esos días de gloria han pasado. Desde que el anterior presidente, Jeffrey Katzenberg, dejara Disney para fundar su propio estudio, junto a Steven Spielberg y David Geffen, y la consiguiente ascensión de Eisner, las películas de la casa han pasado por los cines con más pena que gloria. Además, su estrategia en Internet con la compra del portal Go.com ha resultado un fracaso sin parangón; la adquisición de la cadena de televisión ABC (una de las tres emisoras nacionales) no ha logrado el rendimiento esperado; y su negocio de parques de atracciones y viajes no levanta cabeza desde el 11-S.

Que Roy Disney no estaba conforme con la gestión de Eisner era vox populi, pero sus críticas siempre habían tenido más un peso moral derivado del apellido que real, pues ostenta menos del 1% del capital. Pero en las tres páginas de su renuncia, según recoge el citado diario, Disney desgrana las razones por las que se opone a actual la gestión de la empresa y deja al descubierto los puntos débiles de Eisner.

Según Disney, el actual presidente ha dejado que se marcharan a la competencia muchos de sus mejores talentos, ha evitado establecer un plan para su sucesión (Eisner tiene ya 61 años y su contrato expira en 2006) y ha sido incapaz de labrar una relación estable con los responsables de Pixar Animation Studios, la empresa creadora de las única alegrías de Disney en los últimos tiempos: Toy Story, Monstruos S.A. y la actualmente en cartel Buscando a Nemo. Pixar es una compañía independiente que ha coproducido estas películas mediante acuerdos más o menos puntuales con Disney, pero cuya relación estuvo a punto de quebrarse hace dos años y nada garantiza que se prolongue en el futuro.

¢Wal Disney Company necesita un liderazgo fresco y enérgico en este momento decisivo, tal y como yo hice en 1984 cuando encabecé una reestructuración que incluía su incorporación¢, termina Roy su misiva. Se espera que la empresa anuncie en breve la admisión de la renuncia. Desde ese momento, Walt Disney Company será un poco menos Disney.

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