Engañoso alivio del IPC
El índice de precios de consumo (IPC) ha bajado en octubre hasta el 2,6%, tanto en tasa general como subyacente, la que cobija al núcleo duro de los precios. Son valores no registrados desde hace 48 y 34 meses, respectivamente. Pero este alivio de tres décimas en tasa interanual (estaba en el 2,9% hace un mes) es ciertamente engañoso. El descenso es imputable al comportamiento excepcionalmente generoso de los alimentos frescos y de los precios de los carburantes, grupos de productos que han registrado notables caídas en sus tasas interanuales.
Estas dos variables son las más volubles del índice, y la sensación que arrojan es que no hay ninguna tendencia marcada de descenso en su comportamiento. Además, la tasa subyacente, ajena a alimentos frescos y energía, baja sólo por el alivio en los precios de bienes industriales de uso duradero, aquellos dependientes del mercado internacional por su exposición a la competencia. Los servicios, la clave de bóveda de la inflación en España, han registrado incluso subidas. Es ahí donde hacen falta más hechos que discursos para liberalizar e introducir competencia en los mercados.