La Bolsa acaricia los máximos
La Bolsa ha estado coqueteando a lo largo de toda la semana con el máximo anual. Durante la sesión de ayer el Ibex llegó a rebasar los niveles más altos del ejercicio, pero al cierre se quedó a sólo un 0,3%. Londres, Fráncfort y París sí lograron batir sus registros una vez que se conocieron datos positivos del empleo en EE UU.
Este momento dulce de los mercados bursátiles tiene varias explicaciones. En primer lugar, la sensación de recuperación firme de la economía estadounidense, refrendada por datos como el espectacular incremento del PIB en el tercer trimestre (7,2%) o el notable aumento de la competitividad (8,1%) en el mismo periodo. También de EE UU llega otro aliento a los mercados en forma de buenos resultados empresariales.
No obstante, el peso de la escalada bursátil no sólo proviene del otro lado del Atlántico. En la economía europea también empieza a vislumbrarse con cierta claridad el final del túnel, tras el varapalo que supuso constatar que Francia o Alemania entraban técnicamente en recesión. Los resultados de las empresas europeas acompañan. Las subidas de los tipos de interés de los bonos o de los oficiales en el Reino Unido también son un síntoma de que la economía marcha en la dirección de la recuperación.
El panorama es altamente esperanzador. Sin embargo, el consenso de los analistas aconseja prudencia. Los más cautos opinan que tal vez se esté sobrevalorando en exceso la fortaleza de la recuperación estadounidense, sobre todo si se utiliza como único argumento el dato de incremento del PIB trimestral. Y no sólo porque su cálculo suela ser volátil, debido a las sucesivas revisiones, sino porque está en duda que la Administración Bush pueda seguir manteniendo el mismo ritmo de apoyo e incentivos a la economía, tanto por la vía fiscal como por la del gasto. Desde el punto de vista empresarial, también está en el alero si es posible seguir elevando un nivel de beneficios que hasta ahora ha estado cimentado sobre una fortísima reducción de los costes.