Burbuja y prudencia
El Gobierno recibió ayer un paquete de respaldos a su posición contra la existencia de una burbuja inmobiliaria. Y fue en un foro idóneo, el Salón Barcelona Meeting Point. Rodeado por las empresas del sector, el ministro de Fomento recalcó que 'una burbuja es algo que se pincha cuando desaparecen las expectativas, pero las expectativas en el mercado inmobiliario español son sólidas y reales'. En la misma línea se mostraron los representantes de las principales inmobiliarias, aunque en algún caso el rechazo se orientó más a la hermenéutica del concepto burbuja que al calentamiento del mercado. La guinda la puso el primer banquero de España. Emilio Botín, en visita sorpresa al salón, negó la burbuja y aseguró que el informe del Banco de España, que dijo haber leído a fondo, 'ha sido mal interpretado'.
Ante tanta unanimidad es obligado recordar que el Banco de España ha advertido sobre los altos precios y constatado que la vivienda está sobrevalorada entre el 8% y el 20%. Y también que el Banco Popular reconoció ayer mismo que, tras realizar un estudio del mercado en todas las provincias, ha empezado a 'endurecer las condiciones' de sus créditos hipotecarios. La prudencia, tanto en el banquero como en los ciudadanos, siempre es aconsejable.