El Ibex pierde los 7.000 puntos contagiado por Wall Street
El mercado madrileño inició la sesión con un tímido repunte, un 0,1%, pero perdió el pulso contra los recortes del resto de plazas europeas y de Wall Street que abrió a la baja después de que Amazon y Merck presentaran unos resultados decepcionantes. En Europa, Francfort, París y Londres cedieron más de punto y medio porcentual.
En Madrid, salvo Mapfre, que subió un 2,5% y acumula en el mes cerca del 9%, los demás valores se anotaron ligeras subidas o se encuentran sumidos en pérdidas. Es el caso de Amadeus, que tras despedir formalmente del consejo al presidente de Iberia, recortó un 4%.
Ni el Popular ni Endesa, a pesar de haber anunciado sus respectivos gratos balances y sorprendido a los analistas, consiguieron nada a contracorriente. En el panorama de bajas bancarias, la entidad subió un ligero 0,1%, a pesar de haber incrementado un 11% su beneficio, hasta los 523,3 millones de euros, gracias a la integración de la portuguesa BNC.
Asimismo, Endesa anunciaba en la preapertura un beneficio neto de 1.145 millones en los nueve primeros meses del año, gracias a la buena evolución de su negocio eléctrico en España, la mejora en Europa e Iberoamérica, la culminación al 85% de sus desinversiones y sus menores pérdidas en telecomunicaciones. No obstante, los títulos de la eléctrica, que repartirá un dividendo de 0,264 euros el 2 de enero, cedieron un 1,75%.
Prisa cedió un 0,5%, después de hacer público ayer que sus ingresos crecieron un 5%, tras incrementar la facturación publicitaria. También subieron las ventas de diarios, no así las de libros y derechos, afectadas por la depreciación de las divisas latinoamericanas y del dólar.
Foco habitual de preocupación sigue siendo la escalada de posiciones del euro, que pesa sobre las exportaciones. Esta mañana, muchos leían con atención las declaraciones del economista jefe del BCE, Otmar Issing, al semanario alemán Focus Money. En respuesta a quienes le piden otra rebaja de tipos para revitalizar la estancada economía de la eurozona, el alto funcionario se defendía: "No habría nada peor para la política monetaria que querer abarcar demasiado e influir directamente sobre el crecimiento".