Las pinturas y esculturas de Alberto Corazón, en Damasco
El Museo Nacional de Damasco (Siria) acoge desde ayer la exposición Alberto Corazón 1992-2002. Pinturas y esculturas de los últimos 10 años. El comisario Fernando Gómez Aguilera ha reunido 32 pinturas y 8 esculturas, realizadas entre 1992 y 2002. Son las obras correspondientes a un nuevo ciclo artístico iniciado por el pintor, escultor y diseñador, fruto de una larga reflexión interior mantenida sobre el sentido de la creación plástica en el fin de siglo.
Alberto Corazón (Madrid, 1942) va a tratar tanto el lado oscuro de la realidad como las zonas de misterio que dibuja el comportamiento humano para desarrollar esculturas, pinturas y dibujos que intentan crear símbolos compartidos que representen parcelas de la realidad, que construyan identidades, según el comisario de la muestra.
A lo largo de los años noventa, el dibujo y la pintura adquieren mayor protagonismo. Sobre superficies saturadas de color, Corazón pinta signos, esqueletos de figuras, inscripciones o formas primitivas sin codificar, de bordes blancos, gestuales, apoyadas en un dibujo austero. A partir de 1997 incorpora a su trabajo la pintura de género, en concreto el bodegón.
En la primera mitad de los noventa, Alberto Corazón cultiva con dedicación la escultura, enmarcada en dos categorías esenciales: la espacialidad y la temporalidad que forman parte de una acción, de un acontecimiento.
Promoción del arte español
Los Reyes de España, acompañados por el presidente sirio, Bashar al Assad, y su esposa Asma, presidieron ayer la inauguración en el Museo Nacional de Damasco de la exposición de Alberto Corazón. Organizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores con el objetivo de promocionar un mayor conocimiento del arte contemporáneo español en el exterior, la exposición viajará posteriormente por varios países del Mediterráneo oriental, entre ellos Jordania, Egipto, Chipre y Grecia.