La era del teléfono fijo ha terminado

Después de tres años de magulladuras por la agitación de los gigantes de las telecos, puede justificarse que las compañías piensen que lo peor ya ha pasado. Nuevos equipos directivos, pequeños e inteligentes, se han situado en muchas compañías (...).

Pero la crisis a la que se enfrentan las telecos, en verdad, acaba de comenzar. Aunque muchas aún dominan sus mercados de origen, ya han perdido un tercio en favor de rivales potentes en lo referido al servicio convencionalmente local y larga distancia, y los precios en descenso están afectando los ingresos.

Aun peor, el alza de los móviles probablemente va a morder un pedazo más de su mercado más clave: las llamadas de los simples y viejos teléfonos. Mientras que los ingresos del fijo se reducen un 1,5% al año, los del móvil suben un 14%. De acuerdo que muchas compañías operan tanto fijo como móvil, pero están sufriendo para cambiar a los clientes de uno a otro sin que se los lleve la competencia (...).

Ahora, vislumbrando la cruda luz de la competencia, están empezando a darse cuenta de que su verdadero trabajo es ayudar a la gente a que se comunique (...). Francamente, a los clientes no les importa qué tipo de tecnología está detrás del teléfono. Sólo quieren hablar con los amigos y la familia, enviar mensajes y meterse en Internet (...). Un puñado de compañías líderes está mostrando el camino (...).

La era de las telecos virtuales ya está aquí y los visionarios que sean capaces de abrazarla los primeros serán los líderes de la nueva época de las telecomunicaciones.