Bruselas detalla mañana las recomendaciones a Francia por su déficit
El déficit público francés se situó en 2002 en el 3,1%, mientras que para este año se espera llegue al 4% y el próximo, al 3,6%, lo que supone una triple infracción del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que puede acarrear a París sanciones económicas.
Las recomendaciones serán aprobadas mañana por el Ejecutivo comunitario, a tiempo para su estudio por parte del Consejo de Ministros de Economía y Fianzas de la UE, el 4 de noviembre. De ser aprobadas entonces, París tendrá dos meses para aplicar las instrucciones.
Un portavoz comunitario ha precisado que la Comisión está en "contacto continuo" con las autoridades francesas de cara a la elaboración de estas recomendaciones, pero no para encontrar una solución.
Desde que el pasado junio se le abrió el procedimiento por déficit excesivo, París no se ha mostrado favorable a cumplir con la petición de atajarlo. El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, sigue defendiendo como prioritario recuperar la senda del crecimiento.
Los planes presupuestarios para 2004 incluyen una mejora implícita de la posición presupuestaria cíclicamente ajustada que coincide con la cantidad mínima del 0,5% del PIB recomendado por el Consejo, pero que "no será suficiente" para hacer descender el déficit nominal por debajo del 3% permitido.
Además, la Comisión considera que París tampoco ha tomado medidas para limitar el aumento de la deuda pública en 2003, que se prevé que suba al 61,4%, frente al 59% de 2002.
Francia ha esgrimido que, vista la pobre situación económica de la zona euro, cuya previsión de crecimiento para 2003 se ha rebajado al 0,5%, le es imposible hacer mayores esfuerzos para controlar su déficit público en 2004, pero se ha comprometido a hacerlo un año más tarde.
Alemania también se enfrenta a un procedimiento de déficit excesivo, aunque este país sí se ha plegado a las recomendaciones. Sin embargo, informaciones como las de Der Spiegel prevén hasta un 4,3% para este año y un 3,5% el siguiente. La Comisión no se ha pronunciado sobre la eventual situación de Berlín a la luz de dichos cálculos.