La sobrevaloración o no de las Bolsas la determinan los resultados
El S&P 500 sustituyó al Dow Jones hace algún tiempo como índice a seguir. Algo más del 25% de las empresas que lo componen ya han presentado sus cuentas. El ecuador se pasará en los primeros días de la semana que viene y con él la aproximación hacia los multiplicadores reales de las Bolsas. O dicho de otro modo, antes de final de mes los estudiosos contarán con argumentos suficientes para plantear si las Bolsas de Estados Unidos están caras o baratas.
Los últimos datos de resultados conocidos han provocado una mejora de la percepción de los inversores hacia los mercados en su conjunto y, lo que es más curioso, un alza, en el mismo proceso, de la previsión del crecimiento de los beneficios para el último trimestre.
Sólo los analistas más fríos no cantan victoria. Aconsejan analizar con detenimiento si los beneficios reflejan un mayor aumento de las ventas o si siguen pesando más los recortes de gastos. Estarán muy pendientes, además, de la recuperación de los beneficios recurrentes en los próximos meses. Hasta ahora, la secuencia observada en anteriores presentaciones de resultados manifestaban un menor crecimiento de la producción frente a la demanda y un aumento de la producción que puede aumentar los márgenes, sin variación en los costes fijos. Con estas premisas se espera un crecimiento del 16% del beneficio promedio del S&P 500 para el tercer trimestre y del 20% para el cuarto.
Las cifras, no obstante, se recortan para 2004, porque la base de comparación sube igual que la de 2002 ha permitido el incremento actual. Los expertos apuestan por una subida del beneficio del 11% para todo 2004. Esta cifra supera el promedio histórico del 7%.
Si las previsiones se cumplen, los principios de contabilidad generalmente aceptados arrojarían un PER de 32 veces para el S&P 500. Con presentaciones pro forma, enredo utilizado por muchas empresas, el multiplicador baja hasta las 21 veces. Es muy fácil, por tanto, equivocarse a la hora de elegir valores según sus resultados.
Cuando China despierte
Un informe reciente de Goldman ha puesto los pelos como escarpias a muchos estrategas. Los analistas de esta firma destacan el papel de China en el concierto económico internacional. La aportación de esta economía al conjunto era en 2001 del 3,9%. El pronóstico es que a final de este año el peso de la economía china en el total del crecimiento mundial sea del 16,6%. El despegue es tan rápido como espectacular. La posición del yuan es determinante en el proceso. De ahí los viajes de las autoridades políticas y económicas de Estados Unidos a China, aunque por ahora no han conseguido nada.Mientras, en los mercados parece que el mundo tiene muy claro que el Banco de Japón aguanta la presión haciendo más o menos caso de la recomendación del G-7 en el sentido de que no intervenga. Hay expertos que niegan, no obstante, la mayor y pronostican fuertes intervenciones si el movimiento lleva al yen a niveles de 105 por dólar. Ello, añaden, salpicaría al euro directa e indirectamente.