Portugal, eurovíctima

Portugal puede entrar este año en recesión. Las previsiones que hace el Banco de Portugal hablan de una contracción del 0,5% del PIB y para 2004 espera un crecimiento, en el mejor de los casos, del 1%, insuficiente para reanimar el empleo o los ingresos públicos. La moneda única auguraba bonanza infinita a la economía lusitana, pero el efecto de tipos de interés bajos emborrachó de euforia gastadora a los agentes privados y públicos, y el desmesurado endeudamiento provocó un cortocircuito en la actividad.

Es un país con un tejido productivo endeble y productividad limitada, los principales motores económicos pasaron al sector privado (el Estado vendió el equivalente al 20% del PIB) y perdieron pulso tras desengancharse del sector público. Bruselas ha puesto de nuevo la lupa sobre sus cuentas. Pero, en este caso, el proceder no debe ser tan exigente como con Francia o Alemania. No es lo mismo malgastar que sobrevivir.