Schröder logra el respaldo pleno del SPD a sus reformas laborales
El canciller alemán Gerhard Schröder logró ayer el respaldo unánime del Partido Socialdemócrata para aprobar el viernes las reformas laborales en el Parlamento; únicamente hizo algunas concesiones. La reforma no contará con el respaldo de la oposición de la CDU.
El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) cerró ayer filas en torno a su líder, el canciller Gerhard Schröder, y su paquete de reformas laborales. Tras muchos nervios y negociaciones, el Grupo Parlamentario Socialdemócrata aprobó en bloque en una votación de prueba la última versión del proyecto, que el viernes tendrá que pasar el visto bueno del la Cámara baja.
El canciller puede respirar tranquilo ahora al contar con el total de los votos socialdemócratas y de Los Verdes, socio gubernamental, donde hay un diputado indeciso. Estos dos grupos suponen la mayoría absoluta más cuatro votos. Sin embargo, el canciller ha tenido que introducir algunos retoques en su proyecto para contentar al sector crítico.
La reforma laboral que se votará el viernes es uno de los pilares de la Agenda 2010, el ambicioso proyecto del equipo de Schröder para aumentar el crecimiento económico y reducir el paro. Conocida como 'plan Hartz' por Peter Hartz, jefe de personal de Volkswagen, y responsable de la comisión que la diseñó, incluye puntos como la equiparación del subsidio de desempleo con la ayuda social o la deducción del subsidio de paro de parte de los ahorros acumulados, incluidos fondos de pensiones.
El índice de confianza ZEW registra una caída tras nueve meses de avances
Este aspecto, junto al hecho de que el borrador exigiera que padres e hijos adultos tuvieran que financiarse mutuamente en caso de desempleo crónico, fue considerado excesivamente radical por los críticos. Finalmente, la coalición de gobierno decidió suavizar algunos aspectos, aunque se mantiene la exigencia de que los parados tengan en el futuro más movilidad geográfica y estén obligados a aceptar empleos por debajo de su nivel profesional, otro de los puntos más controvertidos. Pero, pese al apoyo de su partido, el canciller sigue contando con el total rechazo de la oposición conservadora. La Unión Cristianodemócrata (CDU), principal partido de la oposición, y el Partido Liberal han anunciado que votarán en contra tanto en la Cámara baja (Bundestag) como en la alta (Bundesrat), donde los conservadores tienen mayoría.
Las reformas de la Agenda 2010 están destinadas a reducir el alto desempleo alemán (4,39 millones en septiembre) y mejorar la situación económica del país. La reciente revalorización del euro frente al dólar tampoco mejora la situación, ya que perjudica a las exportaciones alemanas fuera del área euro, fundamentales para su economía.
Aunque algunos expertos ya han pronosticado un crecimiento del PIB en el tercer trimestre -entre ellos el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke-, el índice ZEW daba ayer un nuevo susto. Este indicador, que mide la confianza de inversores y expertos en la economía alemana, descendía inesperadamente en octubre tras nueve meses de ascensos.