La competencia fiscal llega a las comunidades
Dos años después de la aprobación del nuevo modelo, empieza a detectarse una incipiente divergencia normativa en casi todos los impuestos. La única excepción es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), de competencia estatal.
Asistimos a un proceso de competencia fiscal que abarca distintos ámbitos. Por un lado, la que protagonizan los Gobiernos autónomos y los respectivos partidos de la oposición política, que pugnan por ganarse el apoyo del electorado. De otro lado, la competencia entre Gobiernos regionales para atraer inversiones procedentes de otras comunidades, especialmente si son vecinas.
En estos dos años, casi todas las comunidades autónomas han retocado el IRPF y han elevado el impuesto de transmisiones patrimoniales hasta asimilarlo al IVA (7%).
Céntimo sanitario
La Comunidad de Madrid ha creado el céntimo sanitario (tributo que grava los carburantes) para financiar la sanidad, Baleares dio paso a la polémica ecotasa, que gravaba la actividad turística, para después retirarla. Asturias estudia para 2004 un nuevo impuesto ecológico y las comunidades del PP se han lanzado contra la supresión del gravamen a las herencias.
El impuesto en donde se han operado más cambios ha sido en el IRPF, tributo en el que ya existía un tramo autonómico desde años atrás. Aunque ninguna comunidad ha hecho uso de su competencia para aprobar una escala de gravamen diferente en el tramo autonómico, los cambios han sido múltiples en otras materias como incentivos a la vivienda, jóvenes, familias y mujeres. En la última campaña de la renta, sólo Asturias, Cantabria Andalucía y Canarias carecían de bonificaciones propias.
Para 2004 la Junta andaluza tiene previsto, además, la rebaja (del 1% al 0,3%) del tipo impositivo de las sociedades de garantía recíproca y la subida (del 0,5% al 1%) del impuesto de actos jurídicos documentados, igualándolo al del resto de comunidades para las escrituras notariales.
En el caso de Cataluña, la Generalitat ha creado tres tributos propios. Un gravamen para elementos patrimoniales cuyas actividades puedan provocar la activación de planes de protección civil, un canon sobre el uso del agua y un impuesto que grava las grandes superficies comerciales, informa Rosario Correro. En el impuesto sobre transmisiones se aplica una reducción del 5% en la compra de vivienda por menores de 32 años.
Las diferencias regionales continuarán conforme vaya madurando el nuevo modelo autonómico. Además, ocurrirá lo propio con los municipios: el régimen de financiación local, recientemente pactado, otorga a éstos capacidad para fijar recargos en tributos propios como la contribución urbana.
Guerra al gravamen de la herencia
En el amplio mar de las divergencias tributarias está brillando con luz propia un nuevo debate, el de la eliminación del impuesto de sucesiones, con claros tintes políticos. Las comunidades gobernadas por el PP suprimirán parcialmente el tributo en cuatro años. Comenzarán en enero de 2004 para herencias de hijos menores de 21 años. Para mayores de esa edad, cónyuges y ascendientes, la eliminación será progresiva hasta hacerse total a partir de 2007. El PSOE, por su parte, prefiere eliminar el tributo sólo para rentas bajas y medias. Andalucía, donde Gobierna este partido, lo implantará ya el próximo año, manteniendo la tributación de los patrimonios más altos para evitar la acumulación de riqueza en pocas manos. La supresión afectará al 90% de las herencias. Como condiciones se fija un techo de 500.000 euros de masa hereditaria y una porción por heredero inferior a 125.000 euros.Los beneficiarios deberán ser residentes en Andalucía (discriminación geográfica), familiares directos de los fallecidos y disponer de un patrimonio previo inferior a 402.000 euros. El Gobierno andaluz prevé recaudar 189 millones de euros en 2003 por este impuesto, informa Rosa Coronilla.
Euskadi y Navarra van por delante
Las diferencias normativas son mayores en los territorios forales debido a la mayor capacidad legislativa de estas Administraciones fruto de su régimen de concierto. Al igual que el Gobierno central, las tres Haciendas del País Vasco, coordinadas con el Ejecutivo de Vitoria, han buscado en los últimos años una rebaja generalizada de la presión fiscal. Algunos colectivos han obtenido asi un descenso adicional de su cuota tributaria. Son los casos de los discapacitados, mayores de 65 años y trabajadores por cuenta ajena, con un coste recaudatorio de 185 millones, informa Kirru Artea.Los contribuyentes de mayor edad tienen en el IRPF vasco una deducción en cuota de 200 euros a partir de 65 años, y de 400 euros a partir de 75 años. En cuentas vivienda ya no hay peaje fiscal por el cambio de una entidad a otra y el plazo de inversión se amplió de cinco a seis años. Por alquiler de vivienda (inexistente en el IRPF estatal) se deduce un 20%, con un límite de 1.200 euros, ampliable a 1.500 euros en algunos casos.En cuanto al impuesto de sociedades, no se prevén novedades de calado, tras la polémica desatada por los incentivos a la inversión empresarial (ayudas vascas) investigados por Bruselas.ValenciaEn sucesiones y donaciones se introdujo para 2003 la reducción del 95% para empresas familiares. En 2001 se elevó del 6% al 7% el impuesto de transmisiones patrimoniales y del 0,5% al 1% el de actos jurídicos documentados, lo que contribuyó a encarecer la vivienda. Los valencianos pagan, además, un canon con el que se costean las obras en depuradoras, informa Javier Alfonso.