La salud del jefe

Jaquecas, abuso de drogas, irritabilidad e hipertensión abundan entre los altos cargos

Astenia primaveral, síndrome posvacacional, fatiga o estrés son patologías que no sólo afectan a los trabajadores de a pie, sino también a sus jefes. Pero estos últimos también sufren otras cuestiones más complejas. Según el doctor Fernando Cuevas, especialista en medicina interna de la mutua La Fraternidad-Muprespa, 'al regreso de sus vacaciones, los directivos tienen muchas tareas pendientes y suelen incorporarse al 100% de su energía. La vuelta es terrible ya que trabajan dos o tres horas diarias más de la jornada laboral habitual. De ahí vienen las jaquecas o una mayor agresividad'.

Para Manel Santaló, director de asistencia sanitaria de Asepeyo, el principal problema de los ejecutivos radica en la diferencia que hay entre lo que se espera de su trabajo y lo que realmente pueden dar, algo que se traduce en problemas para su salud. 'Este desequilibrio es el origen del estrés laboral'. Este estrés se manifiesta en cada persona de manera diferente: trastornos del sueño, insomnio, irritabilidad, pérdida de apetito, trastornos gástricos, fallos de memoria o dificultades de concentración. 'Una persona con estrés está más irascible, tiene problemas en sus relaciones personales, rinde menos y puede sufrir más accidentes', señala Santaló.

El doctor José Luis Guijarro, director médico de Incosol, en Marbella, también resalta una mayor incidencia de problemas psíquicos, emocionales y metabólicos, como es el caso del colesterol o el exceso de peso. 'Los directivos hacen un mal manejo de su tiempo, de los viajes y de las comidas de negocios. Abusan de tóxicos como las bebidas, el tabaco y otras drogas, además de padecer de una falta importante de tiempo dedicado al relax, al ejercicio y a la familia', dice. Y cuando lo tienen aparece un nuevo problema: no saben qué hacer. Los jefes españoles carecen de aficiones. 'Su vida es el trabajo. Se jubilan y no ocupan su tiempo libre. Los foráneos pintan o pescan'.

Los ejecutivos padecen falta de tiempo para el relax, el ejercicio y la familia. Aceptan terapias rápidas muy sofisticadas

A juicio del doctor José Manuel García Verdugo, director médico de la clínica Buchinger, en Marbella, 'los ejecutivos tienen una vida muy sedentaria. Muestran un cuadro con hipertensión, colesterol, subidas de azúcar, arteriosclerosis y, por último, infartos. Deben buscar tiempo para sí mismos'. El infarto de miocardio es la palabra maléfica del directivo. El doctor Cuevas señala casos de ejecutivos que se han preocupado por su salud sólo cuando han muerto amigos por un ataque cardiaco. 'Trabajar para multinacionales con directivos anglosajones que traen un concepto distinto les hacen ver la necesidad de cambiar sus costumbres, como evitar hacer sólo el desayuno y una cena fuerte, o preocuparse por reconocimientos médicos periódicos'. Los expertos coinciden en que es el propio enfermo quien tiene que actuar.

'Muchos no quieren hacer esfuerzos y esperan a tomarse la pastilla. Milagros no hacemos. Deben comprometerse con su propio cuerpo, mejorando la parte psíquica y física', señala el doctor García Verdugo. El doctor Guijarro abunda en esta idea: 'Buscan la rentabilidad en el mínimo tiempo posible. Si se les ofrece terapias rápidas, aunque sean muy sofisticadas, lo aceptan en seguida'. ¿El diagnóstico general? 'Suelen aguantar mucho, pero puede ser demasiado tarde para su salud cuando quieren darse cuenta', indica Santaló.

Objetivos. Defectos y virtudes en la vida privada y laboral

Carácter latino>/b>. Los jefes españoles se cuidan poco. 'Son latinos y se mueven por pálpitos. Planifican menos y trabajan a impulsos, por lo que tienen sorpresas más inesperadas en el ejercicio laboral que un ejecutivo anglosajón. Además, el nivel de hábitos tóxicos en los españoles es alto', según el doctor Santaló. Sobre este último punto, García Verdugo aboga suprimir el consumo de droga, 'ya que hay un uso diario de cocaína y hachís en ciertos niveles'.Buenos hábitos. Los doctores hablan de mejorar la calidad de vida, suprimiendo las grasas y haciendo deporte. 'Todo lo que se añada a una vida laboral es bueno para romper la rutina diaria. El deporte aumenta la autoestima y aparca el aburrimiento', afirma Santaló. El ejercicio físico puede oscilar desde andar una hora al día, a nadar, jugar al tenis, etc. 'Lo mínimo es ejercitarse cuatro veces a la semana unos 45 minutos', expone Guijarro.Vacaciones partidas. Un punto importante es el de las vacaciones. Los expertos están de acuerdo en la necesidad de repartir los días de asueto en varios periodos al año y no tomarse un mes seguido para, de esta forma, fomentar las relaciones personales con los amigos y la familia. 'De esta forma, se pueden dedicar algunos de estos periodos a pararse y verse por dentro, y otros a esquiar, a ir a la playa, etc.', subraya García Verdugo.Puesta en forma. En los últimos años se está produciendo un cambio en los ejecutivos españoles respecto a su estado físico. 'Hace un tiempo su salud era muy mala, ahora están transformando su mentalidad. Se cuidan más y van tomando conciencia de su salud', explica el doctor Cuevas. La media de edad en la que empiezan a preocuparse está en los 48 años. A su juicio, no hay que olvidar que los españoles siempre han sido reacios a ir al médico.

Recomendaciones

Reducir o eliminar el café, alcohol, tabaco, drogas y la automedicación.Deporte: una hora diaria (tenis, golf, natación, equitación, fútbol, etc.).Un día de ayuno a la semana (arroz, zumo, fruta).Reducir comidas y cenas de trabajo. Menos grasas animales en las comidas.Tres comidas diarias.Chequeos periódicos.Dividir las vacaciones en dos o tres periodos.Dormir ocho horas al día.No llevar trabajo a casa.Realizar las tareas laborales más duras al principio de la jornada.Disminuir la intensidad del trabajo.

Patologías

Principales efectos en la salud: estrés, infarto, exceso de peso, hipertensión, ácido úrico, subidas de azúcar, arterioesclerosis, colesterol, trastornos del sueño, insomnio, irritabilidad, ansiedad, agresividad, jaquecas, gastritis, gastroduodenitis, fallos de memoria y dificultad de concentración.

Terapias

Quince días en un centro con técnicas de relajación (taichi, chiku, yoga); música, clases de baile, excursiones, pintura, gimnasio, modelado, etc.Acudir a balnearios.