La piedra angular de Volkswagen
Algo más grande y mejor acabado, la quinta generación del Golf, disponible en noviembre, gana en dinámica, seguridad y mecánica.
Ala hora de desarrollar la última entrega de una piedra angular como es el Golf, los responsables de Volkswagen han optado por una imagen continuista que, pese a todo, cuenta con el beneplácito de los incontables seguidores del modelo.
El diseño se actualiza y adopta rasgos incluso del buque insignia de la casa, el Phaeton -intermitentes en los retrovisores, ópticas delanteras de cristal liso e intermitente alargado en la base-, pero el Golf V es un Golf sin la menor duda.
El coche utiliza una nueva base con una longitud y una distancia entre ejes superiores a las del precedente. Esto deriva en un habitáculo más holgado, sobre todo en las plazas traseras. El puesto de conducción es más moderno, con mandos, palancas y botones de nueva generación. Mejora la rigidez, merced al empleo de aceros de alta resistencia y soldadura por cordones de láser. Monta un esquema multibrazo en la suspensión trasera que permite tanto confort como agarre.
Toda la gama dispone de control de estabilidad ESP de nueva generación, además de seis airbags y cinco cinturones de seguridad de triple punto (delante con pretensor y limitador). Las tarifas, que arrancarán en unos 16.000 euros, se mantendrán frente a las actuales, a igualdad de equipamiento.
Inicialmente, incorporará motorizaciones de gasolina y de gasóleo. Entre las primeras habrá un 1.4 de 75 CV y un 1.6 de 115 CV; en diésel, un 1.9 TDi de 105 CV y un 2.0, también TDi pero de 140.