'El accionista de Peoplesoft tiene todo el derecho a vender la empresa'
Apenas lleva unos meses en Oracle, pero Charles Phillips ya sabe lo duro que es competir en el negocio del software: la opa sobre Peoplesoft, en manos de los reguladores, y el crecimiento de Linux han cambiado las reglas de la industria
El que ha sido considerado uno de los mejores analistas de la industria del software empresarial durante los últimos nueve años ha sido fichado por Oracle para ganar fuerza en un mercado cada vez más complejo. Morgan Stanley le tuvo en nómina desde 1994, pero su experiencia en el sector se extiende hasta 1986. Charles Phillips, mano derecha de Larry Ellison, ha estado en Madrid para hablar de la próxima apuesta de Oracle: su nueva base de datos 10g con tecnología Grid. 'Es un avance que permitirá a las empresas aprovechar mejor sus capacidades informáticas sin que se disparen los costes', dice. Phillips, con argumentos menos agresivos que los de su jefe, también precisa menos aspavientos para convencer. Cree que Microsoft tiene un verdadero problema con Linux -'La compañía de Bill Gates y Sun Microsystem son las más amenazadas'- y que los directivos de Peoplesoft (sobre la que Oracle mantiene una oferta de compra) tienen poco que decir sobre la posible fusión de ambas compañías.
Pregunta. ¿Sigue en pie la última oferta hecha por Peoplesoft de 19,50 dólares por acción? ¿Qué plazo se han dado para integrar la compañía?
Respuesta. Sí, la oferta sigue en pie. La operación progresa según lo previsto, porque conseguir la autorización de los reguladores en este tipo de acciones suele llevar tiempo. Prevemos entregar a finales de octubre la información que nos han pedido el Departamento de Justicia norteamericano y la Unión Europea. Después, habrá unos 30 días para que estos organismos tomen una decisión. Así, nuestro cálculo más optimista es que a finales de noviembre tendremos una respuesta. Si conseguimos la autorización, podremos cerrar la operación, si no deberemos dar por finalizado el proceso. Esta autorización es el factor crítico, porque la decisión última no depende ni de Peoplesoft ni del hada madrina de nadie.
'En software es más difícil ser barato que gratis, por eso Microsoft está a la defensiva con Linux. Nosotros vemos el fenómeno con regocijo'
P. ¿En qué punto está la batalla contra los Estados de EE UU que presentaron una demanda en la compra de Peoplesoft por posibles prácticas contra la competencia?
R. Sólo lo ha hecho un Estado, el de Connecticut. Los otros han estado observando los acontecimientos, pero no se han unido a la demanda. Están revisando la información y la comparten, lo cual facilita mucho las cosas porque así no nos tenemos que recorrer los 38 Estados. De todas formas, ya nos hemos reunido con el gobernador de Connecticut; este Estado es cliente nuestro y está muy contento con nosotros. Estamos haciendo progresos en nuestra relación y esperamos resolver el conflicto. Aunque estamos vigilantes sobre qué hacen los Estados, no es un punto tan crítico.
P. ¿Y qué apoyos tiene Oracle en estos momentos?
R. Muchos de los clientes de Peoplesoft se vieron sorprendidos y no sabían cómo reaccionar. Esta empresa fue muy agresiva, les dio información incorrecta porque ellos tenían acceso directo a estos clientes y nosotros no. Ahora nos hemos puesto en comunicación con ellos. Hemos tenido reuniones a través de Internet con centenares de estos clientes, hemos hecho campañas de mailings, e-mail, reuniones privadas, llamadas telefónicas... Detrás de las bambalinas estamos reuniéndonos con los clientes y comunicándoles cuál es nuestra estrategia. Una vez que lo hacemos se tranquilizan. Peoplesoft tiene derecho a explicar a sus clientes lo que ellos pueden hacer, pero nosotros también podemos hacer lo mismo.
P. Precisamente Peoplesoft les está acusando de estar influyendo en sus clientes para que cambien de proveedor. ¿Cómo se defienden ustedes?
R. Lo que dicen no tiene sentido. Es una estrategia de resistir a cualquier precio. Pero la forma en que nosotros vemos el tema es que los accionistas son los dueños de Peoplesoft y Craig Conway su presidente y su equipo de gestión son inquilinos de esa propiedad. Si el propietario quiere vender la casa, tiene todo el derecho. La gente compra acciones para obtener beneficio, no para coleccionarlas.
P. Y si finalmente no compran Peoplesoft, ¿qué alternativas barajan?
R. La estrategia en ese caso sería la de los últimos años: seguir captando clientes, lo cual ya está sucediendo a un ritmo muy rápido. El motivo por el que Peoplesoft quiso comprar JD Edwards, pese a que perdía dinero, era porque SAP y Oracle estaban atrayendo a sus clientes. Sólo vendían un producto -una base de datos- y muchos clientes tenían esa solución rodeada por un montón de productos de SAP y nuestros. Ahora ya no tiene sentido conservar esa tecnología como una isla y mantener a gente especializada en ese producto. Se está produciendo una transición hacia otros proveedores, más hacia Oracle que hacia SAP.
P. ¿Cuál sería la consecuencia en Europa de la compra de Peoplesoft?
R. Esta compañía es muy pequeña en Europa. Así, el valor para el cliente de Peoplesoft es que tendrá acceso a la infraestructura de Oracle: soporte 24x7, presupuestos de I+D mucho más grandes y la garantía de que el producto estará vigente dentro de diez años. Eso es mucho más que lo que puede ofrecerles Peoplesoft. Y esto lo hemos comunicado por escrito, es un compromiso público.
P. Microsoft ha comprado Navision, Peoplesoft a JD Edwards, ustedes lanzan la opa sobre Peoplesoft... la concentración es enorme. ¿Piensan alguna vez en el consumidor que cada vez tienen menos opciones donde elegir?
R. Cuando Microsoft entra en un mercado aumenta la competitividad, no disminuye. El hecho de que Microsoft haya hecho compras importantes en este mercado no nos pone las cosas fáciles. Actualmente hay centenares de empresas en este sector. Pocas son conocidas por sus marcas, pero son muchas las que se especializan en áreas diferentes de aplicación o por regiones geográficas. Por ejemplo, en la Red hay 50 firmas con aplicaciones de recursos humanos. Además, tenemos otros competidores: las compañías que hacen outsourcing. A Accenture no podemos venderle el software y tenemos que competir con esta opción en la empresa. Luego hay otras compañías que construyen aplicaciones con software de código abierto en China e India, está Linux... Cada vez hay más opciones, no menos. Simplemente hay un ir y venir de empresas: dos nacen y dos desaparecen.
P. Ha hablado usted de código abierto. ¿Cómo ve el movimiento de software libre y el avance de Linux?
R. El software de código abierto es bueno para el sector. Linux es muy estratégico para nosotros. Hemos regalado nuestra tecnología a Linux para que puedan incorporarla con el fin de que nuestros productos funcionen mejor con Linux. El código abierto reduce el coste de la informática y en algunas áreas tiene mucho sentido, aunque seguirá habiendo un mercado para el software comercial con características y servicios especiales. No vemos una dicotomía. Está bien que ambas cosas coexistan.
P. ¿Qué le parece la crítica de Microsoft a los Gobiernos que apoyan el software libre?
R. Microsoft está a la defensiva porque es la primera vez que se enfrenta a una competencia que puede recortar sus precios. En este negocio es más difícil ser barato que gratis. He de decir que hemos observado el fenómeno con cierto regocijo. Estimulamos a la gente para que compre software de código abierto y promovemos Linux agresivamente. El sector ha llegado a la conclusión de que no hay forma de que una sola empresa pueda competir con Microsoft (es un monopolio en recursos financieros) a menos que lo hagamos todos juntos. Por eso todos, salvo Microsoft, estamos promocionando Linux.