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El espejo de los Fondos

Oro, dólar y Bolsas

Juan Ignacio Crespo

En diciembre de 1974 el Gobierno de Estados Unidos tomaba la decisión de dejar al mercado la fijación del precio de la onza de oro, a la vez que levantaba la prohibición que pesaba sobre sus ciudadanos de atesorarlo y comerciar con él. Terminaba así un periodo de casi tres años y medio que se había iniciado con la decisión del presidente Nixon de declarar el dólar no convertible en oro y en el que se produjeron dos devaluaciones del dólar frente al oro, consecuencia final de la monetización del déficit norteamericano.

La situación descrita cerró un periodo que se había abierto 40 años antes, con la que fue la primera devaluación del dólar desde su adopción del patrón oro y el abandono del bimetalismo. En circunstancias aún más dramáticas que las de Nixon, Franklin Delano Roosevelt tomó la decisión de devaluar el dólar, encareciendo el precio de la onza troy, que pasó de 20,67 a 35 dólares.

¿Qué ocurría entre tanto en las Bolsas? Pasados unos meses desde la decisión de Roosevelt, el índice Dow Jones inició una fuerte recuperación que le llevó a ganar un 100% a lo largo de los dos años siguientes. Es conocido que la decisión de Roosevelt se tomó en un ambiente de gran depresión de la economía estadounidense y tras una caída de las Bolsas que había hecho perder al índice Dow Jones el 89% de su valor. Por eso, hay que tomar cualquier comparación con ese periodo de la historia norteamericana con todas las cautelas.

Las necesidades de la balanza exterior de EE UU forzarán seguramente nuevas caídas en la cotización de la divisa

Tras las decisiones de Nixon en 1971, la reacción de las Bolsas fue más compleja, con una pequeña caída inicial y una recuperación posterior del 30%. Después vino la primera crisis energética y la recesión de 1973/74 que acabó de complicarlo todo, pero, para finales de 1974, cuando bajo la presidencia de Gerald Ford el dólar comienza a flotar libremente frente al oro, las Bolsas estaban ya preparando la gran subida de 1975 y 1976, años en los que el Dow Jones acumuló una ganancia del 75%. También tras haber caído en plena recesión un 50%.

Hay un tercer periodo en el que el dólar estuvo sometido a una fuerte presión bajista, y es el que se inicia en el año 1985 con los Acuerdos del Plaza, tras los que las Bolsas se revalorizaron más de un 100% en apenas dos años, antes de hacer una parada en seco en octubre de 1987.

En los dos últimos años, y sólo con seis meses de retraso respecto al estallido de la burbuja, el dólar ha perdido mucho terreno frente al euro. El comunicado que emitió hace 15 días el G-7 tras su reunión en Dubai, se interpretó en los mercados casi como una exhortación a la depreciación adicional de la moneda de EE UU, especialmente frente al yen, produciéndose en los días siguientes a la reunión el efecto que, supuestamente, buscaba el comunicado. Las necesidades de la balanza exterior de la economía norteamericana forzarán seguramente nuevas caídas en la cotización del dólar, haciendo poco atractiva la inversión en fondos que inviertan en EE UU, a menos que cubran el riesgo de cambio. ¿Y qué decir del precio de la propia renta variable estadounidense?

Desde los mínimos de los índices de Bolsa de octubre de 2002 hasta este momento, el Dow Jones ha subido un 30%. ¿Le quedan fuerzas para alcanzar porcentajes de recuperación comparables a los de las ocasiones mencionadas? ¿Y en el plazo de dos años?

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