Más vale dividendo en mano
Varios fondos españoles invierten en compañías con elevada rentabilidad por dividendo. En mercados de tendencia alcista poco clara suelen superar a los índices
H
ubo un tiempo, a finales de los noventa, en que las compañías dejaron de lado el pago de dividendos para centrarse en el crecimiento. El mercado premiaba a aquellas empresas que reinvertían sus beneficios con el objetivo de crear valor para el accionista. Pero los tiempos han cambiado, como lo demuestra que Microsoft, una de las estrellas fulgurantes de la nueva economía, una de las mayores empresas del mundo, haya decidido dar dividendo a sus accionistas por primera vez en su historia. También Telefónica, sin ir más lejos, ha decidido retribuir de nuevo a sus accionistas, dejando atrás la política de crecimiento que en su momento implantó Juan Villalonga.
Si la retribución al accionista se ha vuelto a poner de moda, no está de más echar un vistazo a la oferta de fondos que invierten en compañías de elevada rentabilidad por dividendo. No son muchos, pero pueden ser una opción interesante.
'Son fondos de renta variable, pero con una volatilidad menor que los productos que siguen a los índices', explica Enrique Cabanas, director de Urquijo Gestión. Esta entidad ha lanzado este año un producto denominado Urquijo Dividendo, que invierte fundamentalmente en valores que cuentan con una alta rentabilidad por dividendo. Otras cuatro entidades españolas tienen en el mercado fondos de estas características: Banco Atlántico, Banif, Santander y Bankinter. Tres de los cuatro fondos de estas entidades ganan más que el Ibex en lo que va de año: en torno al 15%, frente al 12% del índice español.
La rentabilidad por dividendo de una compañía se mide en porcentaje y es la parte del precio de la acción que la empresa reparte entre sus accionistas. Cuanto mayor sea este porcentaje, se puede decir que la compañía es más barata. La ventaja de los fondos de esta familia reside en que una vez que el fondo, como accionista de la compañía, recibe el dividendo, éste se reinvierte en el propio fondo, lo que provoca un crecimiento del valor liquidativo y, en consecuencia, la revalorización del producto.
En España los fondos no pueden repartir dividendos, pero hay países en los que sí está permitido que el partícipe reciba en líquido la retribución de las empresas en las que invierte el fondo. La ventaja del caso español es que es el propio fondo el que se hace cargo del coste fiscal y de la retención (del 15%) a que están sujetos los dividendos. El partícipe tributará tan sólo por las plusvalías obtenidas una vez reembolse su participación.
Existen varios factores que favorecen en estos momentos la inversión en fondos de este tipo. El primero de ellos, la vuelta a políticas de dividendo de muchas compañías. 'Por primera vez en 25 años la rentabilidad por dividendo de la Bolsa europea es superior a la del mercado monetario y a la rentabilidad de los índices de renta fija', señalan en Santander Central Hispano Gestión de Activos. Esta situación es posible gracias a las sucesivas rebajas de tipos de interés, que actualmente se sitúan en el 2% en la zona euro. La rentabilidad por dividendo del Ibex 35, por ejemplo, es actualmente del 2,79%, frente a un rendimiento medio de los fondos monetarios del 1,3%, según datos de Morningstar.
'El momento actual favorece la inversión en estos productos porque las empresas se han saneado mucho y eso ha generado mucho más flujo de caja', explica Cabanas. 'Ese flujo, además, no se está utilizando para grandes proyectos de inversión'.
Los analistas consideran que estos fondos son idóneos para momentos de mercado lateral; es decir, cuando no hay una tendencia clara alcista. Es entonces cuando sectores de elevada rentabilidad por dividendo, como las eléctricas o las autopistas, se pueden comportar mejor que el mercado.
Estos productos, en ocasiones, aprovechan las ineficiencias que se generan en la Bolsa. 'Los valores de alta rentabilidad por dividendo tienden a tener mejor comportamiento que los índices durante las semanas anteriores al pago de dividendos', explican en el Santander. Esto sucede porque el pago de un dividendo es un reclamo lo suficientemente goloso como para que los bolsistas entren en la acción antes de la fecha del pago y se salgan una vez percibido. El propio SCH Dividendo Europa trata de rentabilizar esta ineficiencia y se reconoce un cazador de dividendos.
España, un nicho de retribuciones
Los fondos dividendo, dentro de ser de renta variable, se pueden calificar de conservadores o defensivos. Los sectores en que suelen invertir se consideran de valor, es decir, que están formados por compañías con beneficios recurrentes, pero cuya acción se encuentra infravalorada por el mercado.Los fondos españoles de esta categoría suelen destinar sus carteras a toda la zona euro. Sin embargo, buena parte de la misma está invertida en España, debido a la fuerte presencia de compañías de sectores de elevada rentabilidad por dividendo como el eléctrico o el de autopistas.El BK Dividendo de Bankinter, por ejemplo, tiene a Red Eléctrica, Europistas y Brisa entre sus mayores apuestas. El Atlántico Dividendo del Banco Atlántico reparte sus mayores posiciones entre EADS, Arcelor y Endesa.Según el Servicio de Estudios de la Bolsa de Madrid, las compañías cotizadas repartieron entre enero y septiembre de este año 7.161 millones de euros, lo que supone un récord histórico. El sector que más dividendo ha repartido entre sus accionistas es el bancario, con 2.063 millones de euros, seguido por el eléctrico (1.270 millones) y por el de comunicaciones y servicios de información (714 millones).La mejora de resultados de las compañías, a raíz de los saneamientos realizados el año pasado, está beneficiando la retribución al accionista. Un caso claro es el de Iberdrola, que ha anunciado que su dividendo crecerá en línea con sus beneficios. Cepsa, por ejemplo, ha aumentado el pago un 50%.