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Ibex 35

La reorientación de las monedas acelera la volatilidad en las Bolsas

Dólar fuerte, Bolsas fuertes. Y al revés cuando el billete verde desfallece. Hay un recurso maniqueo en los mercados de valores en esta relación que confunde a propios y extraños. Los estudios que se han realizado de manera periódica a través de los años niegan la mayor. El maridaje dólar-Bolsas se produce de manera esporádica, pura coyuntura que no hace historia. La relación que más influye es la de los bonos y las acciones, aunque siempre en sentido inverso. A tipos de interés a largo plazo más altos se suceden caídas de las Bolsas. Y al revés.

Es el corto plazo el más peligroso en ese vínculo al que muchos participantes en el mercado confían todas sus posiciones. La semana ha refrendado este sentimiento. La razón está en el violento movimiento especulativo alrededor del dólar y en el lógico trasvase de posiciones, muchas de ellas especulativas, desde unas áreas económicas hacia otras. Ahí está el crash, en el enorme ruido de fondo de la trastienda. O dicho de otro modo, la influencia que ejerce el dólar en las cotizaciones bursátiles está directamente relacionada con la volatilidad inmediata. El efecto multiplicador de los derivados, tanto en acciones como en divisas, hace el resto.

Las aguas de las divisas discurren turbias y los operadores se ponen a cubierto, a la espera de que pase el temporal. Los mejores especialistas en asuntos de divisas señalan que la mayor conflictividad se registra en China, con una economía que crece a fuerte ritmo; elevada penetración de sus productos, pero con un sistema financiero muy endeble. Se ha demostrado, además, que las autoridades chinas o no quieren o no pueden controlar su moneda.

Lo mismo sucede con Japón. Las intervenciones en los mercados de cambios se han acumulado en las últimas semanas. En lo que va de año se calcula que el Banco de Japón se ha gastado cerca de 70.000 millones de dólares en mantener su moneda. Pero hay más, ¿ha concluido la etapa del dólar fuerte? Los mensajes que transmiten las autoridades de Estados Unidos son que la recuperación mundial no debe apoyarse exclusivamente en la economía norteamericana. También, que quieren una moneda fuerte aunque se advierte gran regocijo cuando baja por la mejora que ello significa en los saldos exportadores estadounidenses.

Es el déficit estadounidense, no obstante, el principal culpable de los desarreglos monetarios y de la formación de grandes burbujas, desde la de la Bolsa a la de las inmobiliarias pasando por la de la renta fija ¿Y si estallan las tres a la vez?

Más allá de la recuperación

Cuentan los analistas en sus informes de estrategia que aunque en los dos últimos meses las noticias económicas presentan su mejor cara, excepción hecha del desbarajuste último de las divisas, la Bolsa se ha vuelto más inconformista.La recuperación de la economía de la producción y el consumo, escasamente visible pocos meses atrás, ahora parece más evidente. Los economistas encuestados por Bloomberg estiman que el crecimiento económico ha crecido en Estados Unidos a un ritmo del 4,5% en el tercer trimestre. La cifra, de confirmarse, es un punto porcentual más alta que hace un mes. La estimación mediana para el cuarto trimestre ha mejorado, también, desde el 3,7% al 4%. 'El enorme estímulo provisto por la combinación de la política fiscal y monetaria en EE UU está promoviendo no sólo la economía y las ganancias mercantiles dentro del país, sino también la economía global y las ganancias en el extranjero', dice Edward Yardeni, estratega jefe de inversiones en Prudential Equity Group. Pero las Bolsas piden más.

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