Los acreedores suavizan sus críticas al plan de deuda de Argentina
Tras la tormenta desatada el lunes por la oferta argentina de reestructuración de su deuda, grupos de acreedores mostraron ayer una relativa calma al conocer algunos detalles adicionales del aún confuso plan.
El presidente de la asociación Task Force Argentina, Nicola Stock, que agrupa al 90% de los casi 400.000 tenedores italianos de bonos argentinos, aseguró que 'la propuesta tal y como estaba el lunes era inaceptable. Hoy la posición es sigamos hablando', dijo. Stock acordó volver a reunirse con las autoridades argentinas el próximo 10 de octubre, 'entonces estudiaremos qué es lo que Argentina puede hacer porque existe espacio para poder negociar', precisó.
Y es que la oferta presentada por Lavagna suponía una quita del 75% en el valor de los bonos emitidos antes del 31 de diciembre de 2001. Pero no está claro si la reducción se realiza sobre el valor nominal o sobre el valor presente, que tiene en cuenta tanto el capital como los plazos de amortización y los intereses.
El secretario argentino de Finanzas, Guillermo Nielsen, puso en evidencia ayer esta confusión al precisar que 'la rebaja a valor nominal será del 75%', meta que se prevé lograr mediante 'una reducción del valor presente' por medio de 'tipos de interés más bajos, una reducción nominal del capital o un alargamiento de los plazos'.
Las negociaciones, dijo, no tiene plazo de finalización, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha fijado su fin para junio próximo. Al menos un 17% de la deuda, emitida bajo legislación alemana, requiere el acuerdo del 100% de los acreedores, lo que dificultará el acuerdo.
El vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato, calificó de 'exigente' la propuesta argentina, pero mostró su alegría por la exclusión del plan de reestructuración de los Bonos del Estado Nacional (Boden), que son aquellos en los que los bancos españoles tienen una mayor participación y que fueron emitidos después de diciembre de 2001.