Invertir para crecer más
El Gobierno mantiene para el año 2004 una previsión de crecimiento del 3%, cuando el consenso generalizado de analistas e instituciones internacionales públicas y privadas habla de un avance del PIB del 2,8% en el mejor de los casos. Si este año el desequilibrio comercial va a restar casi un punto de crecimiento a la economía española, nada hace pensar que en 2004 tendrá aportación neutra o positiva. Sobre todo teniendo en cuenta que, como afirma Ken Rogoff, economista jefe saliente del FMI, 'los europeos van a ver la recuperación por el televisor'. Es decir, que la reactivación mundial tendrá que venir una vez más de EE UU.
Con este panorama, es muy difícil que la demanda interna sostenga a pulso un crecimiento del 3%. Sólo un impulso del gasto público en formación bruta de capital puede multiplicar los esfuerzos ya fatigados del consumo y la inversión privada.
Si el sector público no hace un esfuerzo para fortalecer las bases de la competitividad, con inversiones abultadas en formación, tecnología y equipamiento físico, la naciente afloración de la inversión privada, adormecida los dos últimos años, puede quebrarse.
Hay que seguir defendiendo el equilibrio presupuestario, pero gastando más dinero en inversión productiva y multiplicadora de la riqueza. ¿Cómo? Revisando programas de gasto ocioso en materias como la televisión pública, las inyecciones innecesarias en vivienda, las cuencas mineras o un equipo funcionariado duplicado y, a menudo, artificial.