Cautela de fondo

La economía mundial está en fase de recuperación. Es el diagnóstico del FMI, que en su informe de otoño mantiene las previsiones de crecimiento global emitidas en primavera (3,2% este año y 4,1% en 2004). Los motores serán EE UU y, por fin, parece que Japón, pero Europa seguirá en fase anémica. Es la única de las tres zonas a la que se rebaja el crecimiento. Es decir, se trata de una recuperación desequilibrada y por tanto frágil, que hay que observar con mucha cautela y en la que Europa se lleva la peor parte. Las advertencias del Fondo no son pocas ni pequeñas. A la evolución dispar de las regiones se suman los elevados déficit a uno y otro lado del Atlántico o la inestabilidad cambiaria -si el previsto ajuste 'brusco' del dólar es a costa de la moneda única, como hasta ahora, 'la recuperación de la zona euro está seriamente amenazada'-. En este difícil escenario, la economía española sigue dando muestras de fortaleza y el FMI conserva la previsión del 2,2%, una décima menos que el Gobierno, pero recorta la del próximo año. España se acerca a una década de crecimiento sostenido. Sería deplorable no haberla aprovechado para modernizar la economía.