China cree que no hay motivo para que el yuan abandone la paridad fija
El dólar continúa en horas bajas sin que, por el momento, reciba el aliento de las instituciones monetarias internacionales.
Ayer mismo, el gobernador del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, lanzó un nuevo jarro de agua fría a las expectativas de una recuperación del billete verde. Xiaochuan indicó que no hay razones de peso para que la moneda china (el yuan) abandone de forma rápida el tipo de cambio fijo que mantiene con la divisa norteamericana desde hace ocho años. 'La reforma monetaria es gradual. No espero cambios radicales en el sistema', comentó, durante una visita a Hong Kong.
No obstante, el Gobierno chino está recibiendo fuerte presiones para revaluar el yuan. El dólar se cotiza a 8,28 yuanes. La industria norteamericana se ha quejado de lo que considera una cotización artificial de la divisa china, que está perjudicando las exportaciones norteamericanas y la creación de empleo.
Pekín ha evitado de momento la revaluación de su moneda con la compra de dólares. En los últimos 18 meses ha acumulado reservas por valor de 135.000 millones de dólares. La revaluación del yuan es un aspecto que también desean las autoridades europeas, pero no como para estar muy preocupadas por su cotización actual.
El presidente del Bundesbank y miembro del consejo de gobierno del BCE, Ernst Welteke, ya ha comentado en varios ocasiones que está en contra de una revaluación brusca de la moneda china. Según el economista, la prioridad para China debe ser desarrollar primero su sistema bancario.
Hacia la intervención
Mientras las declaraciones se suceden a un lado y otro de los océanos la debilidad del dólar continúa. Y no sólo frente a la moneda china. El euro superó ayer la barrera psicológica de los 1,13 dólares, beneficiado por la debilidad de la divisa estadounidense frente al yen, que cayó a su valor mínimo de los últimos dos años y medio. El euro logró en Fráncfort el valor máximo del día en 1,134 euros, frente a los 1,128 dólares del comienzo de la sesión. El BCE fijó su cambio oficial en 1,129 dólares. La debilidad del dólar es tal que no se descarta una reacción del Banco de Japón vendiendo yenes para sostener la divisa. A juicio de algunos analistas esto no ha ocurrido aún porque en el último encuentro del G-7, que reúne a los siete países más industrializados del mundo, EE UU pidió a Japón que evitara las intervenciones en los mercados.
El yen alcanzó ayer su valor máximo contra el dólar en más de dos años, tras el avance de los mercados de valores bursátiles nipones y después de que Tokio indicara que se acelera el crecimiento de la segunda economía más grande del mundo.