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Bolsa de Nueva York

Aumenta la presión para que Grasso deje la presidencia de la Bolsa de Nueva York

La Bolsa de Nueva York es una empresa mixta por su carácter público y privado, no tener ánimo de lucro y estar dotada de atribuciones regulatorias. El año pasado su beneficio neto fue de 28,1 millones de dólares.

Aún así ,su presidente gana mucho más que muchos pares en entidades financieras (a pesar de que no juega con el riesgo de la misma manera que lo hacen en Morgan Stanley o Citigroup). Según Fortune la compensación media de los consejeros delegados de las 100 primeras empresas fue de 13,2 millones de dólares en 2002. Grasso cobró 139,5 millones de dólares en 2002 entre salario y otras compensaciones.

Su salario ha pasado de los 2,2 millones de 1995 cuando llegó al puesto hasta los 30 millones de 2001. En los 140 millones que ya ha ingresado en cuenta se incluyen bonus y otras retribuciones.

Grasso, de 57 años, ha estado defendiendo sus honorarios desde que a finales de agosto se filtraron los detalles de su nuevo contrato y a mediados de la pasada se supo que tenía derecho este año a 48 millones de dólares más. Esta cifra fue mencionada en una rueda de prensa para decir acto seguido que renunciaba a ella y así se le transmitía a la SEC en una carta en la que se detallaban los cobros de los ejecutivos del NYSE. Fue la SEC la que solicitó las explicaciones después de conocerse detalles de la cuenta de Grasso y que dejaron al presidente de la SEC y predecesor de Grasso, William Donaldson, 'atónito'.

La paga, que se ha conocido cuando siguen en la memoria los escándalos empresariales, excede la de otros reguladores. Donalson cobra 142.000 dólares al año y recibió 1,65 millones del NYSE en 1990. El presidente dice estar muy agradecido pero le parecen unos honorarios bien ganados. Dice que nunca ha hablado del dinero 'con el consejo o el comité de compensación'. Ya ha dicho que quiere 'dejar este tema detrás'. Pero no ha podido. En la misma carta en la que el comité de compensaciones, presidido por Carl McCall, responde a la SEC, se especifica que Grasso recomendó la elección de miembros de este comité. Cuando aún no se ha enterrado la crisis de confianza las palabras de Grasso han levantado las iras de quienes temen por la credibilidad del órgano.

Aunque en el consejo, nominalmente, todos defienden al presidente, hay quien ha pedido su dimisión y una investigación profunda de la SEC. Los operadores, que constituyen la base de la popularidad de Grasso hasta ahora, quieren convocar una reunión extraordinaria con la cuestión Grasso en la agenda y unos 200 de los 1.366 miembros dicen que firmarán la petición para esa reunión, 100 más de los necesarios. Fiel a la letra de su contrato él dice que se irá en 2007.

El club de los mejor pagados

La Bolsa de Nueva York ha hecho millonarios a muchos de los que allí invierten y a algunos de sus directivos. Según emergen los detalles de las compensaciones, se ha comprobado como los vicepresidentes, Catherine Kinney, Robert Britz y Edward Kwalwasser recibieron en 2002 cantidades que van desde los 2,95 millones en el caso de los dos primeros hasta el millón de dólares del tercero. Otro vicepresidente, Richard Bernard, ese año se hizo con 781.000 dólares. El año pasado no fue bueno ni para los inversores ni para la Bolsa cuyo beneficio fue de 28,1 millones de dólares. Según la información obtenidas por The Wall Street Journal, en 2001 Kinney y Britz fueron promocionados y recibieron cada uno 2,3 millones de dólares. El sueldo de Kwalwasser fue de un millón. Ese año, Grasso ganó 25 millones y una compensación especial de cinco millones más por el esfuerzo de reapertura tras el 11-S.Grasso es, además, directivo en Home Depot, Kinney es consejera de Metlife y Britz trabaja para Stanley Works, tres empresas que cotizan en el mercado que ellos ayudan a regular.

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