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Estrategias de perfil

¿Conoce cuál es su perfil de riesgo? ¿Es usted conservador, moderado, agresivo? ¿Tolera las pérdidas? Casi todas las entidades disponen de cuestionarios para definir el perfil del cliente y ofrecerle carteras acordes con su mayor o menor atrevimiento

Si el valor de su inversión baja? a) Vendería inmediatamente; b) vendería una parte; c) no vendería, pero consultaría con mi asesor para replantear mi estrategia de inversión; d) no vendería, asumiendo pérdidas a corto plazo, sabiendo que puedo ganar más a largo plazo'. æpermil;ste es el extracto de uno de los numerosos cuestionarios que circulan por las páginas de Internet de bancos y cajas de ahorros y cuyo objetivo es determinar el perfil inversor del cliente para ofrecerle aquella gama de productos, principalmente fondos, que mejor se adapta a sus expectativas de ganancia y, sobre todo, a su tolerancia al riesgo.

Establecer cuál es el perfil de riesgo de un inversor no es tarea fácil, pero es imprescindible para determinar qué tipo de activo es más conveniente para cada caso. Obviamente, a nadie le gusta perder sus ahorros, pero hay personas que por su situación económica su carácter e incluso su edad tienen una mayor tolerancia al riesgo que otras, es decir, que están dispuestas a asumir mayores pérdidas a corto plazo si con el tiempo las ganancias son mayores.

Todas las entidades financieras disponen de un cuestionario cuyo objetivo es determinar el perfil inversor de cada cliente. En función de las respuestas a estas preguntas, al cliente se le propone una cartera de activos desde la más conservadora hasta la más agresiva, donde la primera está compuesta mayoritariamente por activos de renta fija y la segunda por activos de renta variable. Entremedias puede haber dos o tres carteras más que combinan ambas en diferentes proporciones. En todos los casos la diversificación es prioritaria entre diferentes tipos de activos, zonas geográficas e incluso divisas en las carteras más arriesgadas.

Cuanto mayor sea la expectativa de ganancia, mayor debe ser la tolerancia del inversor a las pérdidas, porque el riesgo en que se incurre es superior

A largo plazo la renta variable siempre vence a la renta fija, o al menos así ha sucedido en el pasado. Por esa razón, la edad del inversor es importante para determinar su perfil. Habitualmente se considera que una persona joven, de hasta unos 35 años, tiene mayor propensión al riesgo porque de alguna manera tiene más tiempo por delante para que sus inversiones en renta variable den sus frutos. En caso de pérdida a corto plazo, hay tiempo de sobra para recuperarlo. Asimismo, las personas de mayor edad suelen tener mayores responsabilidades (por ejemplo, un mayor número de hijos) y, por tanto, pueden destinar menos dinero a invertir. Conviene recordar aquello en lo que insisten los gestores de carteras: no hay que invertir el dinero que hace falta, sino aquel que, en cierta medida, sobra.

La edad puede condicionar el perfil, pero no únicamente. Es importante el carácter de la persona y las pérdidas que está dispuesta a asumir por conseguir una rentabilidad determinada. Cuanto mayor sea la expectativa de ganancia, mayor debe ser la tolerancia a las pérdidas del inversor, porque el riesgo en que se incurre es mayor. Y a eso debe responder el cliente cuando se le hace el cuestionario: '¿Cuánto está dispuesto a perder?'. Así de duro, pero así de útil, porque pone de manifiesto el riesgo que es capaz de asumir cada inversor.

Una pregunta que se repite en numerosos cuestionarios es la referente a las inversiones pasadas del cliente. La entidad trata de saber si la persona ha invertido antes en activos de renta variable o si, por el contrario, siempre ha tenido sus ahorros en cuentas, depósitos y letras del Tesoro. La diferencia es relevante porque indica el grado de cultura financiera del inversor y porque una cosa es que a uno le digan que puede perder y otra distinta es que efectivamente pierda. La sensación es diferente en cada caso y la reacción, muchas veces, también.

En cualquier caso, sea cual sea el perfil de riesgo del inversor, lo importante, siempre, es diversificar la cartera al máximo y no apostarlo todo a una sola carta. Los fondos de inversión son una herramienta apropiada para ello.

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