Primer ejecutivo condenado a prisión por el 'caso Enron'
El ex tesorero de la empresa energética Enron, Ben Glisan, se ha convertido en el primer ejecutivo de la firma condenado a una pena de prisión, después de que ayer se declarara culpable de conspiración para cometer fraude financiero. La sentencia es de cinco años de cárcel.
Al reconocer su responsabilidad ante el juez federal Kenneth Hoyt, Glisan admitió que, junto a otros directivos, conspiró para falsificar los informes financieros con los que Enron intentó ocultar su precaria situación.
Como parte del acuerdo alcanzado con las autoridades, Glisan fue enviado inmediatamente a prisión para cumplir su sentencia de 60 meses, informó el Departamento de Justicia. El ex tesorero de Enron también pagará 844.200 euros obtenidos en las operaciones fraudulentas y acordó que no pedirá al Departamento del Tesoro un reembolso de aproximadamente 371.000 euros en impuestos. Por último, Glisan permanecerá bajo libertad condicional por otros tres años una vez cumpla su sentencia de cárcel. A cambio de su admisión de culpabilidad, el ex tesorero ha evitado enfrentarse a cargos que podrían haber supuesto una sentencia de mayor duración.
La actuación de Glisan y su confesión 'demuestran los trucos fraudulentos de contabilidad, cada vez más complejos, que utilizó Enron para ocultar lo que ahora resulta evidente: mucho antes de su quiebra en 2001 Enron ya era un negocio hundido', señaló ayer el subsecretario de Justicia interino, Christopher Wray.