Inversión en I+D
Defensa está exigiendo modificaciones técnicas importantes en el pedido de armamento anunciado el viernes por el Gobierno (un macroprograma de 4.176 millones de euros) para poder financiar la operación con créditos blandos del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Una fórmula que reforzará la creciente tendencia de derivar hacia gastos militares una parte importante del presupuesto destinado inicialmente a promover las nuevas tecnologías.
Los halcones del Pentágono en Washington suelen defender esta práctica afirmando que toda tecnología militar termina derivándose con el tiempo a aplicaciones en el ámbito civil. Pero, si hay un déficit importante en la estructura económica de España, es el del atraso en materia de nuevas tecnologías. Algo sobre lo que alertan los organismos internacionales y que reconoce el propio Gobierno.
Con este macropedido, uno de cada tres euros destinados a I+D en el Presupuesto de este año irá a parar a gastos militares. Mientras, iniciativas como el Plan de Acción Info XXI duermen el sueño de los justos tras un rotundo y decepcionante fracaso.