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Beneficios

Un segmento de crecimiento con empresas que facturan cada vez menos

El Nuevo Mercado echó a andar en abril de 2000 después de que una orden ministerial fijase a finales de 1999 que en él se negociarían los valores de 'empresas de sectores innovadores de alta tecnología u otros sectores que ofrezcan grandes posibilidades de crecimiento futuro, aunque con mayores niveles de riesgo que los sectores tradicionales'. Crecimiento. æpermil;sa era la clave que permitía asumir más riesgo. Sin embargo, las compañías del Nuevo Mercado en su conjunto ven caer sus ventas.

En el primer semestre, la cifra de negocio agregada de las empresas que cotizan en el Nuevo Mercado se redujo un 3,4%. El negocio parece estancado en TPI y Amadeus, crece modestamente en Abengoa y Jazztel, presenta cifras más aceptables en Indra y Zeltia y sólo las dos más pequeñas (Natraceutical y Puleva Biotech), que parten de bases muy bajas, logran crecimientos superiores.

Lo peor es que hay cuatro empresas que ven contraerse su negocio. Avánzit, en plena suspensión de pagos, factura la mitad que un año antes. Amper ve caer su negocio un 17,9% y Befesa, un 10,9%.

Terra, máximo exponente del Nuevo Mercado, reduce sus pérdidas, pero a costa de reducir también su tamaño. Desde la fusión con Lycos ha incumplido sistemáticamente sus previsiones de ingresos. Y no son sus únicos cálculos fallidos. En España antes sólo podían salir a Bolsa las empresas con beneficios. En 1997, y antes de que el Nuevo Mercado abriese las puertas a las empresas en pérdidas, se establecieron un conjunto de excepciones, entre ellas la justificación de beneficios futuros. Terra, así, prometió en su folleto de emisión 'alcanzar un resultado de explotación positivo en el ejercicio 2002 y un resultado antes de impuestos positivo en el ejercicio 2003'.

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