Opa de France Télécom sobre su filial de móviles
Mi visión estratégica es hacer de France Télécom un grupo integral, no un operador de telefonía puro y duro', afirmó ayer el consejero delegado de la principal compañía telefónica de Francia, Thyerry Breton, tras anunciar la oferta compra de las acciones (opa) de su filial Orange que restan en manos de otros inversores.
France Télécom ofrece 11 acciones propias por cada 25 de Orange. Dado que el precio de referencia es el de los títulos de ambas compañías al cierre de la sesión del viernes (22,6 euros para la matriz y 8,54 euros para su filial), ello supone un desembolso de 7.100 millones. La telefónica paga a 9,94 euros cada acción de Orange, un 18% por encima dicho precio.
Pero el parqué parisino reaccionó con una sonada revalorización del 12,07% en el precio de las acciones de Orange, que se situaron en 9,47 euros, a tres céntimos de su precio de salida a Bolsa. En cambio, cada título de la telefónica retrocedió un 3,89%, hasta 21,72 euros.
Con esta compra, France Télécom busca dos objetivos. En primer lugar, reducir su pesada deuda, que aún asciende a 49.300 millones. Orange aportará hasta el 40% del flujo de caja que necesita France Télécom.
En segundo lugar, ayudará a reducir la participación estatal en France Télécom, que hoy tiene el 58,9% y pasará a ser del 54%. No obstante, todavía se situará cuatro puntos por encima del límite legal, lo que hace pensar que el grupo pudiera comprar los activos que le faltan en su filial de Internet, Wanadoo. Un portavoz del grupo desmintió este extremo a Reuters.
El jefe que se presentó por sorpresa
El 13 de noviembre del año pasado, Thyerry Breton, que hacía poco más de un mes había tomado posesión de su cargo como consejero delegado de France Télécom, cogió el primer vuelo de la mañana a Londres desde París.Sin anuncio previo de su visita, se presentó en las oficinas de la sede de Orange, en George Street. 'Soy Thyerry Breton', le dijo simplemente a la recepcionista, antes de solicitarle ver al viceconsejero delegado de la operadora móvil, Graham Howe. Este último había llegado a Orange en septiembre, junto con el presidente de esta compañía, Solomon Trujillo, y el resto de la cúpula directiva. A pesar de sus buenos resultados, la renovación del equipo de la empresa, que nació en el Reino Unido en 1994 y que compró France Télécom seis años después, se produjo para poder llevar a cabo los planes de reestructuración de su matriz, que entonces se hudía bajo el peso de una deuda de más de 70.000 millones.El flujo de caja de Orange se elevaba a finales del último semestre a 1.700 millones de euros. France Télécom quiere conseguir para 2005 elevar el suyo hasta 15.000 millones.Breton ha trazado un plan de salvamento del grupo que se parece mucho al que ideó en 1997 para el fabricante de productos electrónicos Thomson, que entonces alargaba su denominación con la coletilla Multimedia. Bajo su mandato de la firma como presidente, consiguió sacarla de pérdidas mediante un duro plan de ahorro de costes. Allí le conocen porque le gustaba decir que ponía al personal 'bajo presión'. De hecho, implantó el examen semestral del rendimiento de los ejecutivos.