Argentina negocia contrarreloj el acuerdo con el FMI
Argentina recibe hoy una misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que espera llegar a un acuerdo por tres años para reestructurar el pago de la deuda. Sin embargo, el Gobierno ya ha admitido que es probable que las negociaciones no se cierren antes del 9 de este mes, fecha en la que debe hacer frente al pago de 2.900 millones de dólares.
El equipo económico del Gobierno de Néstor Kirchner ya ha reconocido que el objetivo es firmar un acuerdo antes de la próxima asamblea del FMI y el BM, que se celebrará los días 23 y 24 de este mes. Fuentes del Gobierno declararon a La Nación que 'si no se llega para el 9, será para el 12' o cualquier otra fecha antes de la reunión del Fondo. En principio, estaba pensado haber cerrado el acuerdo hoy.
El ex secretario de Hacienda, Daniel Artana, confirmó ayer que 'va a ser difícil firmar el 9 de septiembre, pero no es tan importante que se firme en esa fecha en la medida de que las negociaciones están bien encarriladas y se pueda llegar a un acuerdo este mes'.
Los expertos coinciden en señalar que las negociaciones son más políticas que técnicas. EE UU desea que Argentina renegocie el pago de su deuda con los organismos internacionales para evitar otra crisis en este país y su posible contagio a Brasil. Sin embargo, Canadá, Francia, Italia, Inglaterra y Alemania (y también España) quieren que antes del acuerdo se aplique una subida de tarifas de los servicios públicos privatizados, reclamada por las empresas, y la salida de la suspensión de pagos, en la que cayó en enero de 2002.
Además de las tarifas, en las negociaciones con el organismo multilateral persisten otras diferencias. Sobre todo la que tiene que ver con el superávit primario. Mientras la meta inicialmente discutida con el FMI preveía un superávit del 3,2% para 2004 y 2005 y del 3,3% para 2006, el Fondo quiere ahora que el Gobierno logre un superávit del 4%.
El domingo pasado venció el acuerdo alcanzado con el FMI en enero que retrasaba los pagos a los organismos internacionales por un año y de las declaraciones del Gobierno se deduce que Kirchner no tiene intención de usar los fondos del Banco Central para afrontar el pago que ha de hacer el próximo día 9.