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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El equipo económico

La designación del vicepresidente primero, Mariano Rajoy, como candidato del Partido Popular para las elecciones de 2004 supone el pistoletazo de salida para una precampaña en la que la buena marcha de la economía juega claramente a favor del candidato popular. Los expertos advierten, sin embargo, que no conviene dormirse en los laureles porque sigue habiendo importantes riesgos económicos a medio plazo. De ahí la importancia primodial de conocer cuanto antes quién llevaría las riendas de la economía en un hipotético Gobierno de Rajoy.

El actual ministro de Economía y aspirante frustrado a la sucesión, Rodrigo Rato, se ha apresurado a mostrar un apoyo incondicional al candidato designado por Aznar. Y, puestos a hacer quinielas, hay quienes especulan incluso con que el actual ministro de Economía se preste a formar parte de un tándem con Rajoy para asegurar plenamente el triunfo popular en las elecciones. Sin embargo, quienes conocen el carácter y las aspiraciones de ambos políticos creen muy poco probable que Rato llegue a formar parte de un futuro equipo de Gobierno liderado por el aspirante gallego (o tal vez sí...).

Rato ha sido el artífice de una política económica basada en el rigor fiscal que ha permitido a España capear la crisis internacional, crecer por encima de la media de la Unión Europea y cumplir sobradamente las limitaciones fiscales impuestas por el Pacto de Estabilidad. Empresario, MBA por la Universidad de Berkeley y con excelentes relaciones en el mundo económico local e internacional, era el candidato favorito de empresarios y banqueros.

Dejándole a un lado, Aznar obliga a muchos agentes económicos tener que reposicionarse. Y también abre una incógnita importante sobre quién y cómo llevará las riendas de la economía en caso de que el Partido Popular vuelva a ganar las elecciones.

Cabe esperar que Rajoy se apresure a transmitir un mensaje de continuismo en materia económica para reforzar la confianza del mundo empresarial. Pero además es clave que dé señales pronto sobre quién será el encargado de materializar esa política. Aunque la economía española está comportándose mucho mejor que la de países como Alemania o Francia, los expertos avisan que la recesión que se cierne sobre media Europa amenaza con terminar dañando a nuestra industria exportadora.

Los economistas inciden, además, en que los retos a medio y largo plazo siguen siendo importantes para la economía española. Es esencial asentar el tímido repunte de la inversión registrado en los últimos meses y encontrar un motor de crecimiento que releve al sector de la construcción. Además, no conviene bajar la guardia cuando siguen pendientes reformas tan importantes como las del mercado laboral y el mecanismo de pensiones públicas. Tareas importantes para quien esté llamado a suceder a Rato.

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