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Política

Empieza la precampaña electoral con pespectivas económicas favorables

Antes de iniciar las vacaciones, el Gobierno rebajó la previsión de crecimiento para este año del 3% al 2,3%, una revisión en línea con lo estimado por la mayoría de los expertos y motivada por la mayor aportación negativa del sector exterior. Esa tendencia, a juicio de los analistas, se acelerará en los próximos meses, dada la mala situación de las principales economías europeas.

Aunque las exportaciones españolas a los países de la UE registraban hasta mayo un crecimiento medio del 9,1%, las perspectivas para los próximos meses son muy diferentes. 'Los exportadores han ganado cuota de mercado a costa de bajar los precios y reducir los márgenes de beneficios', explica José Luis Martínez, de Citigroup. 'Más aún, la tasa de precios a la exportación es negativa y eso es válido a corto plazo, pero resulta insostenible en el tiempo', puntualiza Israel Muñoz, del servicio de estudios de Caja Madrid.

Será, pues, la demanda interna la que vuelva a liderar el crecimiento, con una aceleración del consumo privado y de la inversión en lo que resta de ejercicio y buena parte del próximo.

'La evolución de los bienes de equipo, con una recuperación en los últimos meses tras el profundo ajuste de la industria en 2002, es una clara señal de que las empresas han retomado la inversión', asegura Muñoz. No obstante, 'no hay señales claras que indiquen que se ha producido un cambio de tendencia', según María Jesús Fernández, del Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Sustituir la construcción

Consolidar esa recuperación y sustituir a la construcción por la inversión como motor del crecimiento, se perfila como una de las claves para un futuro sostenible del diferencial de crecimiento, según los analistas.

Y todo apunta a que el margen ganado por la construcción gracias a los bajos tipos de interés 'se va a ir agotando', según César Cantalapiedra, jefe del servicio de análisis de Analistas Financieros Internacionales (AFI). El Servicio de Estudios de La Caixa se apoya en los datos del sector en el primer trimestre cuando, por primera vez desde finales de 1997, éste mantuvo un crecimiento inferior al 4%.

El aumento de la actividad se traducirá en un aumento de las tensiones inflacionistas, uno de los problemas estructurales de la economía española. Aunque la comparación con los datos de finales de 2002 resultará favorable para las perspectivas inflacionistas de los próximos meses -el denominado efecto escalón-, el alto precio del petróleo y la lenta aceleración de los costes salariales provocarán aumento de las tensiones inflacionistas. Caja Madrid calcula que, con un precio del barril de petróleo entre 26 y 27 dólares, la inflación llegará a final de año al 3,1%. El precio del barril de brent se situó el viernes en 29,5 dólares y los analistas estiman que, por el aumento de la demanda de los países emergentes, el crudo no bajará de 28 dólares lo que resta de ejercicio. Si bien parte del diferencial de precios se explica por el mayor crecimiento, 'el problema reside en los servicios, cuyo repunte cuestiona la sostenibilidad del modelo', apunta Martínez.

La inflación y el déficit por cuenta corriente son las dos variables que más preocupan a los expertos a la hora de que España pueda mantener fuertes ritmos de crecimiento en el futuro.

Para 2004, el horizonte aparece más positivo que el de nuestro entorno, pero menos de lo previsto por el Gobierno. Los expertos sitúan sus previsiones entre el 2,7% y el 3%. Las elecciones, a juicio de alguno de ellos, también serán un factor de apoyo al crecimiento.

El responsable de AFI asegura que 'la economía española sigue demostrando que es muy sensible a medidas de estímulo'. Se refiere así a las últimas bajadas de impuestos que, en su opinión, son en buena parte las artífices del crecimiento. El Gobierno ha anunciado una nueva rebaja fiscal para el próximo año. Cantalapiedra sugiere que en la primera mitad de 2004, al tratarse de un periodo electoral, surgirán medidas de estímulo como la citada y aumentará el gasto público, lo que reactivará también el crecimiento y, por tanto, el empleo y el consumo.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) dará a conocer mañana los datos de Contabilidad Nacional del segundo trimestre, que el Banco de España cifró en el 2,1%.

El peligroso deterioro de las economías europeas

El fuerte deterioro de la economía europea ha sido una de las noticias más negativas de este verano. Cuando las señales de recuperación en Estados Unidos empezaban a animar las expectativas de consumidores y empresarios a este lado del Atlántico, los últimos datos hechos públicos han revelado la difícil situación de la economía europea y han puesto el listón de la recuperación mucho más alto.Alemania, Italia y Holanda han entrado en recesión y Francia y Bélgica han registrado una contracción del PIB en el segundo trimestre.El alcance de la desaceleración europea repercutirá en la evolución de la economía española. 'Si la economía mundial repunta, el crecimiento español se disparará, pero si el entorno sigue estancado, el crecimiento indudablemente se verá dañado, a través de la demanda y también afectará a la construcción', apunta María Jesús Fernández, del IEE.

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