La fiscalía de Oklahoma interpone la primera querella a MCI y Ebbers
Por primera vez una fiscalía acusa a MCI, antigua Worldcom, y a su ex fundador y máximo ejecutivo, Bernard Ebbers, de fraude. 'Alegamos que la compañía y estos seis empleados ejecutaron un plan para inflar los precios de los bonos y las acciones de forma artificial mediante la presentación de información falsa a la SEC', dijo ayer el fiscal general de Oklahoma, Drew Edmonson.
La querella, con 15 acusaciones de fraude según la ley de este Estado, se produce un año después de que la segunda operadora de EE UU se declarara en suspensión de pagos tras detectarse una fraude contable por valor de 11.000 millones de dólares, el mayor en la historia del país. También llega cuando quedan apenas dos semanas para que se empiece a sustanciar el procedimiento judicial por el que MCI deba salir de la suspensión de pagos totalmente renovada. A diferencia de la ley española, la estadounidense permite la persecución penal de una entidad jurídica y así se hizo con la desaparecida Andersen.
'La acción de hoy contra MCI sólo penaliza a nuestros 20 millones de clientes y 55.000 empleados, 2.000 de ellos, trabajadores de Oklahoma', dijo ayer la operadora que explicaba que ha hecho un gran esfuerzo por poner 'su casa en orden'. Aún no está claro cómo la querella afectará el proceso.
También Ebbers, a través de su abogado, dijo ayer que no hay evidencia de su actuación criminal y que esperaba ser totalmente exonerado. Cada uno de los cargos lleva aparejadas multas de 10.000 dólares por cargo y 10 años de prisión. Hasta ahora la empresa sólo ha hecho frente a la jurisdicción civil, algo que ha zanjado con un acuerdo extrajudicial, en el que se compromete a pagar 750 millones de dólares.
La decisión de Edmonson, que no ha aportado con qué evidencias fundamenta la querella, ha dejado anonadadas a las autoridades y una buena parte de sus colegas. Entre ellos, la fiscalía federal, que ayer emitió un comunicado en el que expresaba su 'decepción por no haber sido informada de la inminencia de los cargos' que pueden interferir con la investigación federal y el proceso abierto a cinco de los ex ejecutivos de la empresa también afectados por esta querella. Ebbers no ha sido aún citado por la fiscalía general.
Los especialistas ven la acción como un nuevo pulso político a la fiscalía del Estado.
'La empresa ha sido premiada y no penalizada'
'Lo que molesta hasta ahora a la oficina de esta fiscalía es la falta de responsabilidad', dijo ayer el fiscal de Oklahoma, Drew Edmonson. 'Es lo inadecuado de lo que se ha hecho hasta ahora y la falta de una sanción seria contra Worldcom la razón primera'.La querella de esta fiscalía se produce mientras se sustancia una lenta investigación federal sobre la gestión de la operadora telefónica y que hasta ahora ha dejado sin tocar al máximo responsable de esta organización, Bernard Ebbers. 'La empresa está en quiebra pero sus ejecutivos no y esto da que pensar'. Edmonson dice que le sorprendió ver en los periódicos que MCI, la antigua Worldcom, aún en suspensión de pagos, era galardonada con el contrato federal de 45 millones de dólares para dotar de telefonía móvil a Irak. 'Estoy impresionado porque seguía siendo contratada por el Estado', dijo Edmonson, que repitió: 'Esta compañía ha sido premiada y nunca penalizada'.