Confianza en cuarentena

Los datos de confianza en las economías alemana y estadounidense parecen haber entrado en la línea ascendente. Aun así, conviene tratarlos con cautela. El índice IFO de confianza empresarial, considerado el mejor indicador avanzado de Alemania, ha sorprendido positivamente en agosto. El indicador subió por cuarto mes consecutivo, superó las previsiones de los analistas y alcanzó su cota máxima en 14 meses. Una evolución que se suma a la encuesta del instituto ZEW, que muestra cómo también crece la confianza de los inversores. El IFO refleja, además, una mejora en la percepción de los empresarios sobre la situación actual de la economía alemana, con lo cual puede que la salida de la recesión realmente esté a la vuelta de la esquina. A juzgar por las expectativas, lo peor ha pasado para Alemania. Pero aún es preciso que indicadores contantes y sonantes (pedidos, producción industrial y, sobre todo, inversión) sustenten esta mejora.

Con precaución hay que mirar también a EE UU. Allí la confianza de los consumidores repuntó en agosto muy por encima de lo esperado por los analistas. Pero el indicador que valora la situación actual descendió. Y los datos macroeconómicos ofrecen lecturas mixtas.

Habrá que poner, pues, en cuarentena los datos de confianza, hasta que la economía real los respalde plenamente. Lo contrario puede llevar a una nueva fase de exuberancia irracional, esta vez de las esperanzas, que sólo traería consigo lo que algunos llaman ya la 'burbuja de expectativas'.