Deutsche Telekom vuelve a beneficios y confirma la recuperación del sector
Deutsche Telekom tuvo el dudoso honor el año pasado de protagonizar las mayores pérdidas de la historia de una empresa continental. Fueron cuatro trimestres consecutivos de números rojos de una cuantía que será difícil de olvidar. Tampoco en el ranking de deuda salía mejor parada. Con 69.000 millones de euros de pasivo, fue la compañía más endeudada de Europa.
Para encontrar algún rival que hiciera sombra al antiguo monopolio alemán tampoco había que irse muy lejos. Sus principales competidoras, con France Télécom a la cabeza, eran las siguientes de la lista.
Antes o después, las grandes operadoras europeas han pagado la factura de un pasado plagado de excesos, ya fuera en forma de adquisiciones a precios desorbitados o en la compra de licencias de UMTS valoradas a niveles de burbuja. Las primeras en sufrir las consecuencias fueron BT y KPN, que también fueron las más madrugadoras en la implantación de planes de choque que les permitieron salir de la crisis. Luego les tocó el turno a Deutsche Telekom, France Télécom y Telefónica. Los peores registros se dieron en 2002 y entonces llegaron los drásticos ajustes. Las reducciones de plantilla se cuentan por decenas de miles -50.000 en el caso alemán, 15.000 en Telefónica-, unidas a ventas de activos y fuertes recortes del gasto.
Y los resultados están a la vista. Hace 12 meses cada publicación de cuentas suponía un nuevo récord negativo. Ahora es la ocasión para superar expectativas. France Télécom y Telecom Italia han hecho públicos fuertes crecimientos de sus resultados operativos en el primer semestre -del 46% y del 7,8%, respectivamente-, mientras que Telefónica ha vuelto a los beneficios netos, aunque sigue renqueante en facturación.
Deutsche Telekom se unió ayer a las buenas noticias. La operadora ha salido de los números rojos y ha cerrado su segundo trimestre consecutivo con beneficios, en este caso, de 256 millones, tras ahorrarse 800 millones en costes en el semestre. También las ventas evolucionaron al alza, un 4,7% entre abril y junio.
Fuerte reducción de deuda
Más importante que esto, incluso, es la reducción de deuda. El pasivo estaba en junio en 53.000 millones, lo que significa que la compañía alemana ha logrado adelantar al segundo trimestre los objetivos de reducción de endeudamiento previstos para todo el año. Y como signo de buena salud, el presidente, Kai-Uwe Ricke, ha anunciado el regreso del dividendo, recortado en 2001 y cancelado definitivamente en 2002.
Lo más paradójico en el caso de Deutsche Telekom es que su principal debilidad se ha tornado en fortaleza. Los problemas de la operadora procedieron en buena medida de la compra de la telefónica estadounidense Voice Stream y del precio pagado por ella. La amortización del fondo de comercio, más los intereses de la deuda, se convirtieron en fardos imposibles de transportar y hundieron los resultados. Hasta que el nuevo presidente dijo basta y limpió de una tacada todo el fondo de comercio. Las pérdidas hicieron historia, pero han permitido que ahora, libre de carga y con un alza del Ebitda del 150% en el segundo trimestre, Voice Stream se haya convertido en el motor del crecimiento de los resultados.
El dividendo, signo de la salud de las cuentas
El estallido de la burbuja tecnológica y la profunda crisis que le ha seguido han supuesto la recuperación de determinados valores tradicionales olvidados durante los momentos de euforia. Ahora, las compañías vuelven a medirse por los beneficios contantes y sonantes que tienen en el presente, no por dudosas expectativas, y el dividendo vuelve a ser un orgullo para las que pueden pagarlo.Telefónica fue la primera compañía del sector que eliminó el pago de dividendos. La crisis y la constante caída bursátil obligaron al presidente de la operadora, César Alierta, a reinstaurarlo. Y lo anunció justo en el trimestre en que la compañía entró en pérdidas, el segundo del año pasado.Cumplido un año de este anuncio y apenas unos días después de que los accionistas hubieran recibido el primer pago en cinco años fruto de la nueva política, Telefónica dio un nuevo golpe de efecto. El dividendo para 2003 se eleva a 0,4 euros por acción, frente a los 0,25 euros por título de 2002, y se hace público el compromiso de mantener esta cifra en 2004 y 2005.Fuera de las fronteras españolas, BT y Portugal Telecom también se han apuntado a la idea de elevar el dividendo para mostrar fortaleza.Y el presidente de Deutsche Telekom no ha sido ajeno a esta tendencia, consciente de que cualquier anuncio de recuperación tiene que ser confirmado con la demostración de que la empresa tiene la posibilidad de pagar dividendo. Kai-Uwe Ricke anunció ayer el regreso del dividendo, drásticamente reducido en 2001 y eliminado en 2002. 'Queremos pagar dividendo porque queremos lanzar una señal positiva a los accionistas', aseguró. El pago, sin embargo, tardará todavía un año. 'Si os preguntáis por qué no lo pagamos este ejercicio', añadió, 'recordad de dónde venimos'.