Las empresas siguen a dieta
Entre los múltiples excesos que se cometieron durante el periodo de la burbuja tecnológica estaba el pensar que cualquier inversión era válida. Las empresas gastaban fortunas prestadas sin pararse a pensar el horizonte temporal a partir del cual las adquisiciones comenzarían a ser rentables. Las compras estuvieron espoleadas por la doctrina dominante que llegaba en ese momento desde los bancos de inversión: el endeudamiento creaba más valor para el accionista porque, a diferencia de las ampliaciones de capital o los dividendos, el pago de intereses tiene ventajas fiscales. El resultado fue unos niveles de apalancamiento insostenibles en muchos casos.
El pinchazo de la burbuja, los atentados del 11-S, la desaceleración económica y la inestabilidad en Latinoamérica han forzado a las compañías a rectificar a marchas forzadas. El endeudamiento conjunto de las empresas del Ibex 35 se ha reducido 8.529 millones de euros, un 8,41%, en los últimos 12 meses. Si se amplía el periodo temporal hasta el cierre del ejercicio 2001, el recorte de la deuda supera los 23.000 millones.
Los grandes valores del Ibex, encabezados por Telefónica, Repsol YPF y Endesa, han sido los más activos en la tarea de soltar lastre. En el lado contrario, llama la atención el fuerte incremento que ha tenido la deuda de Sacyr Vallehermoso. Los accionistas de Vallehermoso han visto cómo el endeudamiento de la compañía se ha multiplicado por tres al fusionarse con Sacyr.
La reducción de deuda ha sido fruto en gran medida de la venta de activos, en algunos casos estratégicos, lo que ha tenido una repercusión negativa por el lado de los resultados. Además, el adelgazamiento de la deuda ha estado soportado por los tipos de interés más bajos de las últimas cinco décadas, lo que ha aliviado el coste financiero de los préstamos.
Los analistas aplauden la reducción de deuda pero creen que aún queda bastante camino por recorrer. A pesar del esfuerzo de las empresas, las agencias de calificación quieren ver más recortes de deuda antes de mejorar la nota de las emisiones. Muchas compañías aún presentan unas ratios de endeudamiento demasiado altas. Un total de 10 sociedades del Ibex tienen un nivel de deuda sobre fondos propios superior al límite máximo recomendable, situado en torno al 100%. En el caso de cinco compañías, el valor de la deuda supera la capitalización que tienen en Bolsa.
Las empresas deberían insistir en su tarea de sanear el balance. Unos niveles de endeudamiento sostenibles redundan en beneficio de los accionistas a través de una doble vía: incrementan la valoración de las firmas de Bolsa y permiten al consejo de administración plantearse la alternativa de elevar el pago de dividendo, pues el porcentaje del flujo de caja que se debe destinar a atender los compromisos financieros disminuye.