El beneficio de DaimlerChrysler cae un 81%, lastrado por el negocio en EE UU
El grupo automovilístico germano-estadounidense DaimlerChrysler obtuvo en el primer semestre del año un beneficio neto de 697 millones de euros, lo que supone una reducción del 81% respecto al mismo período de 2002, informó hoy la compañía. La multinacional indicó que estos resultados se enmarcan en ¢una difícil situación económica global¢, y precisó que sus cuentas se han visto afectadas por la intensa competencia y la 'guerra de precios' en Estados Unidos, donde su filial Chrysler registró pérdidas operativas de 796 millones hasta junio.
De hecho, durante el segundo trimestre del año las ganancias netas de DaimlerChrysler se situaron en 109 millones de euros, con una disminución del 90%. Del mismo modo, el resultado operativo cayó un 62% en el trimestre (641 millones de euros) y un 57% en la primera mitad del ejercicio (2.044 millones de euros).
La cifra de negocio de la compañía se situó en 68.025 millones de euros durante el primer semestre del año, un 11% menos, mientras que la facturación correspondiente al segundo trimestre descendió un 13%, con 34.328 millones de euros. Las ventas mundiales alcanzaron 2,2 millones de unidades al cierre de la primera mitad de 2003, con una disminución del 7%, mientras que la plantilla se redujo en un 1%, hasta 372.073 empleados.
Por divisiones, Mercedes-Benz Car Group, que incluye las marcas Mercedes, Smart y Maybach, consiguió elevar un 3% tanto su facturación como su resultado operativo, hasta 25.646 y 1.549 millones de euros, respectivamente, gracias a la positiva evolución de sus ventas. Chrysler.
De su lado, la filial estadounidense Chrysler cerró el semestre con unas pérdidas operativas de 796 millones de euros, frente a un beneficio de 227 millones en el mismo período de 2002. En el segundo trimestre, las pérdidas alcanzaron 948 millones de euros, en contraste con el resultado positivo de 414 millones de euros del pasado año.
La compañía reconoció que la negativa evolución de los resultados de Chrysler es consecuencia del descenso de las ventas (-10% en el semestre) y de la política de incentivos que aplican las marcas en Estados Unidos. La facturación de la filial cayó un 24%, hasta junio, con 24.513 millones de euros.