Las presiones deflacionistas remiten en la zona euro
El economista jefe del BCE, Otmar Issing, aseguró ayer que la zona euro no tiene ningún riesgo de inflación o deflación en estos momentos. 'Si apareciesen preocupaciones de deflación, el BCE estaría preparado para dar varios pasos preventivos, como comprar bonos del Estado a largo plazo' agregó Issing.
La inflación de la zona euro en el mes de junio fue del 2% y, según apuntan algunos expertos, el índice de precios tiende a estabilizarse en ese nivel: 'Es uno de los argumentos por los que el BCE tendrá que esperar por lo menos dos o tres meses antes de realizar el recorte oportuno de las tasas', explica la economista del Bank of America en Londres, Holger Schmieding.
Issing aseguró, en declaraciones a la agencia japonesa Jiji, que la economía de los países de la zona euro entraría en una fase de recuperación en el segundo semestre de este año y aceleraría el impulso en 2004.
Por último, el economista alemán declaró que las perspectivas de recuperación se han ido incrementando conforme ha llegado el fin de la guerra de Irak y por el retroceso del síndrome de la neumonía atípica.
Los recientes estudios realizados en tres Estados alemanes y en algunas ciudades italianas refuerzan la determinación del BCE. Baviera y Hesse, dos de los seis Estados alemanes que publicaron los datos de la inflación en julio, mostraron un incremento de la inflación mensual respecto a junio. En el Estado de Baden-Wuerttemberg, el IPC no registró cambios. En términos interanuales, la tasa de inflación se elevó en Baviera, pero se frenó en Hesse y Baden-Wuerttemberg, con tasas entre el 0,7% y el 1,3%.
Italia
En Italia, el IPC mostró, por su parte, un incremento mensual del 0,2% en junio, dejando la tasa interanual de inflación en el 2,6%. 'Los precios de los hoteles se han incrementado, pero eso es normal en esta época del año. La razón por la que no han crecido tanto este mayo como en otros se debe a la debilidad generalizada de las economías', dijo Daniela Etschberger, economista del Dresdner Kleinwort Wasserstein.
'Quedé gratamente sorprendida por el sector alimentario, del que esperábamos un fuerte aumento. Finalmente ha sido más flojo de lo que esperábamos, a pesar de estar por encima de la tendencia estacional', afirmó Annalisa Piazza, encargada de los análisis del Banco IMI de Milán. El aumento del precio de la comida se espera todavía.
El mayor incremento de la inflación en julio estuvo ligado al alto precio de la gasolina, que afectó directamente a los costes del transporte. El fracaso de Irak en la reanudación de su actividad petrolera y el bajo nivel de inventarios ha provocado un alza del barril de crudo del 20% desde mayo. El precio del petróleo ha caído un 5% entre los días 22 y 23. Si se consolida esta tendencia, se daría paso a un abaratamiento de los costes energéticos, con la consiguiente reducción de costes inflacionistas.
La subida que el euro registró ayer, sin embargo, puede frenar el aumento de los precios y contribuir a mantener los costes. El gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, manifestó en una entrevista a un periódico polaco su alegría ante la actual situación de Europa, en la que no se requiere ningún trato deflacionista.
Mejora el consumo en Francia
El consumo de los particulares franceses en productos manufacturados registró una subida del 0,5% en el mes de junio tras la fuerte bajada del mes anterior, cuando cayó un 1,6%, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (Insee). El crecimiento ha supuesto una modesta mejora, muy alejada de la previsión del mercado.Los gastos de consumo de los hogares franceses cayeron un 0,6% en el segundo trimestre del año, tras un primer trimestre al alza (1,4%). Asimismo, los franceses registraron un aumento del 0,7% de los gastos de consumo en los hogares durante los últimos 12 meses.El alza en el consumo de particulares se debió principalmente a la fuerte subida en las ventas que experimentó el sector automovilístico. La compra de vehículos en Francia se incrementó un 3,3%, frente a la bajada del 3,4% en el mes de mayo. Si se excluyen los automóviles, los gastos particulares disminuyeron ligeramente el mes pasado, un 0,2%, respecto al fuerte descenso de mayo, un -1,3%.