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Relaciones Laborales

Mercedes amenaza con llevarse producción de Vitoria a Berlín

La multinacional automovilística DaimlerChrysler tiene en el punto de mira su fábrica de Vitoria, que concentra la producción mundial de dos nuevos modelos de Mercedes-Benz, Vito y Clase V, cuyo lanzamiento comercial está previsto para el próximo septiembre. En este momento tan sensible, los sindicatos de Vitoria han parado cuatro días y amenazan con una huelga indefinida si no atienden sus reclamaciones sobre el convenio. La marca está dispuesta a trasladar producción a Alemania si hay más paros.

El Gobierno vasco mostró ayer su preocupación por el conflicto laboral que puede empañar la mayor inversión industrial de una multinacional en Euskadi, un territorio con serias dificultades para captar proyectos extranjeros debido a la violencia terrorista. Además, el Ejecutivo de Vitoria subvencionó con 28,8 millones, y con el beneplácito de Bruselas, el proyecto de Mercedes-Benz en Vitoria, que ha destinado 450 millones de euros a sus instalaciones alavesas para adaptarlas a la producción de los nuevos modelos Vito y Clase V.

El centro vasco se encuentra en la fase de preparación de la producción de las primeras series, para que la marca de la estrella disponga en septiembre de 5.000 unidades con las que iniciar el lanzamiento comercial de los vehículos.

Pero las huelgas, que ya han paralizado cuatro días la factoría, ponen en peligro esa programación, que pudiera incumplirse con un solo día más de paro. DaimlerChrysler envió ayer por la tarde una carta al Departamento de Industria del Gobierno vasco en la que amenazaba con trasladar producción a Alemania si no se resuelve el conflicto laboral. Mercedes-Benz tiene cerca de Berlín una planta cualificada para realizar el montaje final de los nuevos modelos, la planta de Ludwigsfelde, que además no está a plena rendimiento en estos momentos.

La dirección de Vitoria y los sindicatos han tenido 15 reuniones en las que han modificado hasta cinco veces los planteamientos iniciales respectivos. Ahora, Mercedes-Benz reclama la intermediación de Vitoria. La empresa firmó el 18 de junio de 1998 con los sindicatos un acuerdo sobre flexibilidad laboral que permitió al centro vasco captar la producción de los dos modelos, por los que también pujaron otras instalaciones de la multinacional en Alemania, Polonia y Argentina.

Aquel acuerdo, interpretado de forma diferente, incluía el trabajo los sábados si la demanda del mercado lo exigía, así como las jornadas laborales de nueve horas, que determinan que el turno de la tarde acabe a medianoche. La compañía ya ha hecho su última oferta para el convenio 2003-2005.

Los proveedores dejan de ingresar un millón al día

Cada día que la fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria cierra por causas extraordinarias, como huelgas o expedientes de regulación de empleo, la industria vasca deja de ingresar un millón de euros, según cálculos de la marca.Los proveedores de Euskadi facturan 272 millones cada año con este cliente, que estima en 3.000 euros la aportación de los suministradores locales al coste de cada vehículo. Si en el centro de Mercedes-Benz en Vitoria, que acumula medio siglo de historia fabril, trabajan 4.200 personas, otro millar lo hace en la zona cercana de la planta en la industria auxiliar. La factoría podría alcanzar una producción anual de 125.000 unidades en dos años con los nuevos modelos.

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