El impacto de Kirchner
Néstor Kirchner no pudo ser más claro ayer en Madrid. El presidente de Argentina se reunió con los principales empresarios españoles con intereses en el país austral, cuya intención era desbloquear la congelación de las tarifas de diversos servicios públicos que sufren desde hace año y medio debido a la crisis. Sin amenazas explícitas de retirarse del país, pero sí con firmeza, empresas como Telefónica, Endesa, Gas Natural o Repsol querían conocer de primera mano las intenciones del nuevo presidente. Y las conocieron. Aunque por la reacción posterior, no parece que fuesen excesivamente de su agrado.
El presidente argentino dejó sentados dos puntos. Uno, la salida de Argentina de la crisis actual es prioritaria, por encima de los intereses de las empresas españolas. Aquí Kirchner afirmó que no quería prometer algo que no pudiese cumplir (léase subida de tarifas). Y dos (y esto sí sonó a amenaza velada), Argentina saldrá de la crisis 'con o sin ayuda' de las empresas españolas. Resulta evidente que el clima actual entre Madrid y Buenos Aires dista notablemente de la luna de miel que parecen vivir España y el Brasil de Lula. Dicho esto, ambas partes están condenadas a entenderse. Tanto el Gobierno español como los empresarios han reiterado su vocación de largo plazo en Argentina. Y lo han demostrado aguantando durante lo peor de la crisis. Kirchner debe demostrar ahora capacidad de negociación, mano izquierda y buena voluntad con el segundo inversor extranjero en su país.