La fuerte demanda encarece la vivienda usada un 17% hasta junio
La rigidez de la oferta inmobiliaria, muy por debajo de la demanda, está provocando el estrangulamiento del mercado en todo el sector. De hecho, la escasez de vivienda nueva está expulsando a buena parte de la población hacia la compra de segunda mano, en un intento de conseguir a precios más razonables un inmueble tipo al que no se puede aspirar si es de nueva construcción. La usada también tiene la ventaja de encontrarse en el centro de las ciudades donde escasea la oferta de casas y apartamentos.
Los últimos datos los ofreció ayer Tinsa, en su informe elaborado a partir de sus propias tasaciones en todo el territorio nacional. El estudio de Tinsa viene a corroborar el hecho público hace dos semanas por Sociedad de Tasación, la otra gran tasadora a nivel nacional, en el que se mantenía un incremento desmesurado de los precios de la vivienda nueva.
Ahora, Tinsa completa el análisis con datos sobre precios de vivienda usada. La conclusión es bastante obvia. La vivienda de todo tipo sigue encareciéndose a ritmos de dos dígitos, pero la de segunda mano lo está haciendo aún más, acercándose a los precios medios de la nueva. Así, mientras el precio medio de la vivienda nueva aumentó un escandaloso 15,27% en los últimos 12 meses (desde junio de 2002 a junio de este año), el de la vivienda usada lo ha hecho aún más, al 17,24%, dos puntos por encima de la primera. La vivienda usada ha alcanzado un precio medio de 1.227 euros por metro cuadrado construido, acercándose a los 1.488 euros de la nueva.
El número de operaciones (tasaciones) de Tinsa también se ha elevado en un 24% y 22%, respectivamente, prueba de que el mercado sigue muy dinámico. El director de Tinsa, Luis Leirado, avisa que este año será otro ejercicio a sumar a los anteriores en los que se dieron incrementos espectaculares de precios. En 2003, 'la subida será, al menos, del 10%'.
El sector, al alza
Estos datos hacen buenas las previsiones apuntadas hace una semana por la patronal de la construcción Seopán, que pronostica otro buen ejercicio, con un crecimiento del sector en torno al 4,5%. Eso sí, hay diferencias entre subsectores.
Mientras Seopán prevé que la edificación residencial mantenga una tasa positiva en torno al 2%, la no residencial crecerá a un ritmo similar a la del ejercicio precedente, entre el 2% al 4%.
Lo mejor será la obra civil, con un crecimiento estimado entre el 7% y el 9%. Los bajos tipos de interés (2% en toda la zona euro) meten más presión para que la demanda inmobiliaria continúe en los próximos meses.
En la actualidad no hay ningún activo que dé más rentabilidad en el mercado que la compra de una vivienda, aunque sea usada.
Relativa estabilidad en el interior
Aunque el precio de la vivienda usada está desorbitado por todo el territorio nacional, sí se notan diferencias entre las grandes poblaciones y la costa, por un lado, y el interior, por otro. Los menores crecimientos se registran en donde la presión demográfica es menor. Este es el caso de provincias como Soria y Ávila, con crecimientos del 3% y 4%, respectivamente. Pero todo es relativo. En Huesca, la capital lleva acumulado una subida del 17%, que contrasta con el 4% del resto de la provincia.
Los municipios superan a la capital en Málaga
La regla general indica que los precios de la vivienda son más elevados en las capitales de provincia que en los municipios que la integran. Pero toda regla tiene su excepción. Este es el caso de Málaga. En la capital, la vivienda usada se compra a 1.125 euros por metro cuadrado, mientras que en el resto de la provincia andaluza se superan con creces los 1.280 euros. Ello ocurre también en otras provincias como Alicante y Las Palmas, en donde el turismo dinamiza las poblaciones costeras.
Gran vigor en Baleares y Canarias
Los dos archipiélagos, con problemas de escasez de suelo, se han apuntado al incremento desmesurado de los precios. Destacan, sobre todo, las islas Baleares, con un incremento del 18% en la vivienda usada, respecto a junio de 2002.En Canarias, la subida es menor (7%), pero es creciente, destacando el vigor de Santa Cruz de Tenerife (9%). La presión demográfica en las islas ha llevado al Ejecutivo canario a limitar enormemente las licencias de obra.
Madrid y Barcelona, las más caras
Madrid es la capital de provincia en donde el precio de la vivienda usada es más caro (2.607 euros por metro cuadrado). El centro de la ciudad está muy limitado para la construcción de inmuebles y la rehabilitación de viviendas no es suficiente para atender a la altísima demanda de inversores, especuladores y jóvenes en busca de su primera morada. Le sigue, muy de cerca, Barcelona (2.129 euros por metro cuadrado), enclaustrada entre la montaña y el mar, y con escasa oferta potencial.