Récord de convertibles
La emisión de bonos convertibles en acciones de Deutsche Telekom, por valor de 4.500 millones de euros, ha sido la mayor de la historia. Los bajos tipos de interés y las perspectivas de las Bolsas a largo plazo favorecen el éxito de estos activos
Deutsche Telekom ha batido una marca. Ostenta en estos momentos el récord histórico en emisión de convertibles, con la operación que ha llevado a cabo esta semana, por valor de 4.500 millones de euros. El vendedor de los bonos es KfW, una entidad pública alemana que tiene una participación del 12% en la mayor compañía de telecomunicaciones. Tras la conversión de la deuda en títulos de Deutsche Telekom, su participación disminuirá al 6%.
Esta emisión de bonos convertibles se suma a toda una lista de venta de bonos de esta índole en el segundo semestre por valor de 50.000 millones de euros, otro récord, y pone de manifiesto el despertar de un mercado en Europa que va cobrando cada vez más importancia.
Los bonos convertibles son un híbrido entre la renta fija y la renta variable. Son bonos que se emiten a un tipo de interés inferior al que tendría un activo con un vencimiento similar, pero a cambio de sacrificar este rendimiento permiten al inversor participar de la subida de la acción subyacente a la que están ligados. Suelen tener un plazo de vencimiento de cinco años, a lo largo de los cuales el bonista recibe un cupón. En un momento determinado, cuando la acción alcanza un precio, se ofrece al inversor la oportunidad de canjear esos bonos por un número de acciones o bien recuperar el capital prestado a la empresa.
El éxito actual de los bonos convertibles coincide con un momento muy particular del mercado. Por un lado, los tipos de interés se encuentran a niveles muy bajos, con lo que muchas compañías están lanzando nuevas emisiones para refinanciar su deuda a precios más baratos. El uso de convertibles tiene dos ventajas para las compañías. En primer lugar, se emiten a un tipo de interés más bajo que el de un bono normal, con lo que es todavía más barato para la compañía. En segundo lugar, la opción de convertibilidad intrínseca a estos activos supone que parte de esa deuda desaparece al producirse la conversión. A costa, eso sí, de diluir el capital en un mayor número de títulos, porque no se produce ampliación de capital.
Para el inversor es también un momento idóneo, sobre todo por las perspectivas de recuperación de las Bolsas. Los bonos convertibles tienen la peculiaridad de que participan de las alzas de sus activos subyacentes (aunque no de toda la revalorización), pero caen menos que su subyacente cuando las cosas vienen mal dadas. En este sentido, en un entorno volátil como el actual, a niveles tan bajos de los mercados, el bono convertible sale beneficiado en un horizonte de varios años. 'El nivel de la volatilidad a corto plazo es ahora muy bajo y esperamos una pronta recuperación de la volatilidad implícita, así como de convergencia con la volatilidad a largo plazo de los bonos convertibles', apuntan en la gestora alemana West AM, especialista en estos activos.
Los bonos convertibles son atractivos en momentos de perspectiva de subida de las Bolsas y reducidos tipos de interés como el actual. Pero la ganancia puede no ser tan abultada como la de la acción en sí misma (si el mercado sube) aunque sí más segura. Los emisores pueden forzar la conversión a un precio determinado para evitar que una extremada revalorización provoque en el momento de la conversión una venta masiva de títulos en el mercado.
La tabla de salvamento de la banca de inversión
El pesimismo reinante en los mercados de valores y la debilidad económica de los últimos años no sólo han pasado factura a la compañías cotizadas, sino también a la banca de inversión. El descenso de la negociación de acciones, la escasez de salidas a Bolsa y operaciones de fusión y adquisición... Todo ello ha hecho mella en las cuentas de resultados de los bancos.Las grandes entidades han encontrado una tabla de salvación en los mercados de renta fija. La aversión al riesgo ha impulsado la negociación de bonos y las emisiones para la financiación de las compañías.Dentro de este universo, los bonos convertibles han jugado un papel destacado, al tratarse de un activo híbrido entre renta fija y variable, que se ha beneficiado de las condiciones actuales de volatilidad y bajos tipos de interés.