Los tipos de interés apuntillan a los Fiamm
Si el Banco Central Europeo rebaja mañana el precio del dinero, los fondos monetarios perderán aún más el escaso atractivo que tienen
El Banco Central Europeo (BCE), con Wim Duisenberg a la cabeza, debe decidir mañana si rebaja los tipos de interés oficiales o los mantiene en el 2%. Al margen del impacto que esta decisión pueda tener en el crecimiento y en la inflación de la zona euro, una nueva rebaja de tipos oficiales significaría el toque de gracia para cierto tipo de activos que, como los fondos monetarios o Fiamm, ligan su rentabilidad al rendimiento de los bonos emitidos a muy corto plazo. Su rentabilidad, por tanto, depende de los tipos de interés a corto plazo que fijan los bancos centrales, con lo cual ganan menos cuanto más bajo se encuentra el precio del dinero.
Junto con los garantizados, los fondos monetarios se han erigido en estrellas de la inversión este año. A lo largo del primer semestre del año atrajeron suscripciones netas por valor de 4.435 millones de euros. Los fondos de renta fija a corto plazo, categoría similar, recibieron aportaciones por valor de 5.475 millones, según los datos recopilados por la compañía de análisis de fondos Lipper. El éxito de los monetarios contrasta con su potencial de rentabilidad. Según los datos de Inverco, la patronal del sector, a 31 de mayo, el monetario que más gana desde el 1 de enero tiene una rentabilidad del 1,27%, cifra ligeramente superior a la inflación acumulada en ese periodo, situada en el 1,2%. Hay productos, sin embargo, con rentabilidades muy por debajo de esta cifra.
Esta perspectiva de ganancia no ha mermado el interés de los inversores por un tipo de activo muy conservador. La atracción de los Fiamm ha estado motivada por el escaso apetito de riesgo de los inversores en la primera mitad del año, a raíz de la incertidumbre por la guerra de Irak y no pocos escándalos contables que han lastrado la evolución de las Bolsas. Además, después de tres años de caídas de los índices de Bolsa, el inversor no busca tanto rentabilizar sus ahorros como preservar su capital. Con este objetivo, el Fiamm se convierte en una opción válida.
En EE UU, con los tipos de interés al 1%, numerosos fondos se debaten entre suprimir las comisiones o directamente echar el cierre
Hay otras causas que explican el éxito de estos fondos entre la comunidad inversora. El 1 de enero entró en vigor la Ley de Reforma del IRPF, que permite el traspaso del ahorro de un fondo de inversión a otro sin tener que tributar por las plusvalías obtenidas en el primero. La desaparición de este peaje fiscal ha abierto el camino a nuevas estrategias de inversión en las que juegan un papel importante los fondos monetarios. En un entorno de acusada caída de los mercados de valores, muchos partícipes han optado por invertir en Fiamm, productos líquidos por excelencia, a la espera de que mejore el panorama. Si se confirma la recuperación que parece que ya están anticipando las Bolsas, buena parte del dinero invertido en el mercado monetario podría entrar en renta variable en un momento dado.
El comportamiento de los fondos monetarios es prácticamente idéntico y, sin embargo, su rentabilidad oscila bastante. El que un Fiamm gane más o menos no depende, por tanto, de dónde invierte, sino de las comisiones que aplica. Por ello, a la hora de elegir, es importante fijarse en su estructura de comisiones, porque será responsable de la rentabilidad del fondo.
Varias gestoras, como Bankinter, han optado a lo largo de este año por rebajar las comisiones de sus Fiamm para atraer clientes. Pero, si el Banco Central Europeo baja todavía más los tipos de interés oficiales, esta rebaja será necesaria para que el inversor no pague más por comisiones que lo que gana el fondo. En EE UU, donde los tipos se encuentran en el 1%, numerosos fondos se debaten entre suprimir las comisiones o directamente echar el cierre.