Bruselas promete a España que seguirá recibiendo fondos estructurales
La renta per cápita de las comunidades autónomas españolas aumentará repentinamente el 1 de mayo de 2004 en relación con sus socios comunitarios. Se tratará, sin embargo, de un mero espejismo estadístico debido al ingreso en la Unión de 10 nuevos miembros, la mayoría de ellos con una renta per cápita muy por debajo de la media comunitaria.
El comisario europeo de Política Regional, Michel Barnier, buscará una solución 'equitativa y significativa' para que las regiones afectadas por este efecto estadístico no pierdan de repente el flujo de fondos comunitarios. El compromiso del comisario se produjo, simbólicamente, ante una conferencia sobre el futuro de los fondos comunitarios que contaba con una nutrida presencia de los actuales y futuros beneficiarios.
Varios centenares de delegados de las Administraciones públicas de 27 países europeos respondieron ayer a la cita con la política de cohesión. Barnier, en su condición de anfitrión y convocante, les acogió con una declaración sobre 'la enorme importancia' que la Comisión Europea concede a un encuentro que ayudará al organismo comunitario a acometer la reforma de la política regional comunitaria. 'Para adoptar una buena decisión presupuestaria es necesario tener primero un buen debate político', afirmó Barnier.
Aunque las propuestas definitivas se presentarán en diciembre, la Comisión trabaja desde hace meses en el diseño de esa futura política de solidaridad regional. Y en el encuentro de ayer se vislumbraron los primeros trazos de lo que será esa partida presupuestaria a partir del ejercicio de 2006.
'El principio de la política de cohesión no se toca', afirmó tajante el presidente de la Comisión, Romano Prodi, al inicio del encuentro. 'Ha funcionado, así que debe permanecer'. Italia, país que preside este semestre la UE, constataba al final de la jornada 'el consenso emergente' a favor de mantener las ayudas regionales.
'La política de subsidios debe continuar, pero acompañada de una fuerte inversión en infraestructuras y en servicios públicos que funcionen', recomendaba Gianfranco Miccichi, viceministro italiano de Economía. Sólo tres países (Reino Unido, Austria y Holanda) parecen militar claramente a favor de una cuasi eliminación de los fondos, aunque en los próximos meses podrían reclutar otros apoyos (Suecia).
El Gobierno de Tony Blair ya ha contribuido al debate con un memorándum en el que aboga por concentrar la partida presupuestaria en los futuros miembros de la UE, dejando las ayudas de los actuales perceptores en manos de sus respectivos Estados. El Consejo Europeo ha recortado también la dotación de fondos para el periodo 2004-2006, que ascenderá a 21.700 millones de euros. Es decir, 117 euros por habitante frente a los 191 que en el año 1999 se pactaron para el periodo 2000-2006. La llegada de 10 socios potencialmente beneficiarios de los fondos estructurales y de cohesión puede complicar aún más el reparto de la decreciente partida. España, inevitablemente, perderá el fondo de cohesión. Pero Barnier secundó ayer la antigua propuesta española de elevar en dos décimas, hasta el 0,45% del PIB comunitario, el gasto destinado a ayudas regionales, lo que puede permitir una desaparición escalonada de las ayudas para España. La última palabra, los líderes europeos.
El Gobierno distribuirá las ayudas
La próxima reforma de las ayudas regionales comunitarias parece abocar a una nacionalización parcial de su gestión y control. Las propuestas que saldrán a la luz en diciembre se orientan ya hacia una división entre la ejecución de fondos supervisada por Bruselas y la que dependerá de la discrecionalidad de cada Gobierno. 'Es un peligro', afirma el eurodiputado socialista Joan Colom, 'porque se perderá de vista la perspectiva comunitaria en la selección de proyectos'.Los Estados, según la opción que se abre camino, dispondrán de libertad para dictar criterios sobre la inversión comunitaria en su territorio salvo en las regiones más pobres, que aún dependerán directamente de Bruselas.El conflicto puede surgir entre capitales y autoridades regionales. Varios Gobiernos autónomos, entre ellos el vasco (con presencia del lendakari Ibarretxe), seguían ayer muy atentos la multitudinaria jornada sobre el futuro de los fondos comunitarios que se celebró en Bruselas. Las CC AA consultadas confían en que el Gobierno de Madrid negociará un reparto proporcionado.