El presidente del CES apuesta por una Europa con mayor diálogo social y económico
El presidente del CES, Jaime Montalvo, ha calificado de ¢hecho histórico¢ la ampliación de la Unión Europea a 25 países al asistir a la apertura del seminario ¢Consecuencias Económicas y Sociales de la Ampliación de la Unión Europea¢ en El Escorial. Aún así, ha reconocido que ¢todavía las diferencias económicas y sociales, especialmente las estructurales entre los actuales quince Estados y los diez próximos miembros son muy profundas¢.
Montalvo ha afirmado que a la nueva Europa se le presentan dos nuevos retos: el primero sería materializar en una Constitución el modelo europeo de sociedad, ¢un modelo que combina democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho con los principios de una economía social de mercado, la solidaridad, la sostenibilidad y la cohesión social¢. El segundo reto, según el presidente del CES, es el de la ¢integración, no sólo equiparación, de las políticas económicas y muy en especial el de las políticas sociales. Nuestro objetivo es buscar fórmulas que permitan que la ampliación contribuya a la extensión y consolidación de la dimensión social de la ciudadanía europea, al mantenimiento y elevación de los niveles de protección social y al robustecimiento del diálogo social a escala europea¢.
Por su parte, el consejero del Grupo Primero del CES, Jorge Aragón, ha calificado la ampliación de la UE como un reto político. ¢Hasta ahora predominaba la idea de que la ampliación suponía abrir nuevos mercados, pero ahora se está enfocando como la manera de lograr una convivencia pacífica en toda Europa¢.
Asimismo, el secretario general de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, Francisco Utrera, ha resaltado la importacia que tendrá la incorporación a la UE de países como Turquía porque ¢saldríamos de las fronteras naturales de Europa. Ello implicaría que se tuviera en cuenta también las peticiones de ingreso de países como Israel y Marruecos¢. Así, ha señalado que los riesgos de esta ampliación para España serían el deterioro del saldo comercial y la disminución de inversiones extranjeras en nuestro país. Por el contrario, las oportunidades que surgen por la incorporación de estos nuevos países serían la eliminación de aranceles y malas prácticas comerciales, la ampliación del mercado a 500 millones de europeos y la posibilidad de invertir en esos países.